Orlando Cadavid


Este episodio palaciego nos mueve a tratar de establecer en qué parte de su amada Gran Bretaña hizo sus estudios de buenas maneras diplomáticas el presidente Juan Manuel Santos.
El martes último, al dar posesión en la Casa de Nariño al nuevo embajador en el Vaticano, el quindiano Guillermo León Escobar Herrán, le ordenó -sin ninguna reserva ni respeto por el protocolo- que haga hasta lo imposible por traer a Colombia, ojalá en el presente año, al carismático papa Francisco, quien tiene en su agenda un periplo por el continente americano que no incluye a nuestro país.
Solo dos papas han visitado a Colombia en toda la historia: Paulo VI, en 1968, y Juan Pablo II, en 1986.
Sobre la difícil misión dispuesta por el mandatario guarda prudente silencio el saliente embajador en la ciudad eterna, el caldense Germán Cardona Gutiérrez, que tras dos años de gestión le hará entrega del cargo al "Pavarotti colombiano", a quien llaman así por su sorprendente parecido con el finado tenor italiano. Los dos diplomáticos asistirán, en Roma, el 15 de febrero, a la consagración de monseñor José de Jesús Pimiento Rodríguez como el noveno cardenal colombiano.
La prudencia enseña que esta clase de invitaciones a personajes de tanta estatura no se ventilan en público. Para tramitarlas existen dos canales adecuados: 1) la Nunciatura Apostólica (especie de embajada vaticana en Bogotá) y 2) la Conferencia Episcopal Colombiana. Otros conductos que podrían coadyuvar discretamente en la tarea serían los cardenales Darío Castrillón Hoyos y Rubén Salazar Gómez.
El embajador Escobar, quien desempeñará el cargo por tercera vez, tendrá la oportunidad de extenderle la invitación al sumo pontífice, en nombre de su gobierno, en la presentación de sus cartas credenciales acto que programará la secretaria de Estado del Vaticano.
Este perfil del "Pavarotti" cuyabro es de la autoría de su coterráneo Jorge Eliécer Orozco:
Se ha convertido en el diplomático con mayor recorrido, experiencia y conocimiento del Estado Vaticano el quindiano Guillermo León Escobar Herrán, nacido en Armenia y PhD en Filosofía en Letras y en Pedagogía de la Universidad de Bonn en Alemania; Magíster en Educación y en Teología, de la misma Universidad con especialización en Ciencias Políticas. Escobar Herrán es, además, sociólogo egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, con estudios de Filosofía, Pedagogía y Teología en la misma universidad. Actualmente oficia como consultor en el Pontificio Consejo para los Laicos y Director del Instituto Justicia y Paz.
El otra vez nombrado embajador ante el Estado Vaticano ha ocupado esa misma posición durante 9 años y muy cercano a los últimos tres papas de la Iglesia Católica. Con el nuevo nombramiento el profesor Escobar Herrán se constituye en el representante político de tres presidentes colombianos sucesivos: Pastrana, Uribe y Santos.
¿Por qué es importante la Embajada de Colombia en el Vaticano?
Respuesta del embajador Escobar: "Un Estado laico no es necesariamente un país arreligioso o antirreligioso, sino que es donde conviven una serie de oportunidades religiosas mediante las cuales la gente expresa sus creencias. Indudablemente la Iglesia Católica juega en Colombia un factor de una inmensa mayoría sociológica y cultural que nos identifica en lo cristiano y nos da a algunos la calificación de católicos".
La apostilla: De pronto el papa Francisco decide incorporar a Colombia en su próxima gira apostólica por tratarse del país de todos los Santos.
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