Luis F. Gómez


El 2015 pinta un buen año económico, pero no con tantas estrellas como veníamos teniendo. Con una perspectiva de crecimiento del producto interno del orden del 4,4% es menor que el pasado, pero sigue siendo decoroso en el contexto internacional. Bueno, aquí van mis otras 11 cábalas para el 2015.
La inflación estará alrededor del 3%, en el rango que la Junta Directiva del Banco de la República ha establecido. Así que continuará en la estabilidad de precios. Y se mantendrá la pérdida del poder adquisitivo de la moneda bajo control.
El desempleo se reducirá un poco, deberá ubicarse entre el 8% y 9%. Lo que significa que la demanda privada seguirá comandando el consumo interno. Y con la posibilidad de aumentar la formalidad, lo que le brindará nuevos recursos a la seguridad social.
El gasto público estará jalonado por los presupuestos municipales y departamentales, más que por el de la Nación. La razón, sencilla: estaremos en año electoral a nivel de alcaldías y gobernaciones. Habrá contratitis aguda a todo lo largo y ancho del país este año, pues tendrán que mostrar ejecutorias.
Las obras de infraestructura serán un motor de la economía y de la ingeniería. Siempre y cuando las cuestiones de permisos ambientales y consultas a los pobladores no se conviertan en obstáculos para su realización. Una buena combinación de responsabilidad y seriedad ayudará a que todo salga bien y oportunamente.
Las acciones recuperarán parte del valor perdido. Algunas con mayor rapidez que otras, pero el valor de las acciones subirá. Hay que tener buen ojo para invertir en aquellas que se reactivarán.
Los precios del petróleo se mantendrán por debajo de los 70 dólares por barril. La producción mundial se mantendrá y aún podrá subir. El abaratamiento del petróleo generará un impulso para ciertas economías importadoras del "oro negro". El transporte aéreo tendrá por los precios bajos una mayor demanda, lo que seguramente generará un crecimiento de pasajeros.
Y mientras el petróleo se mantenga abajo, la devaluación se mantendrá arriba. ¿Hasta qué valor? Difícil acertar. Pero se espera que el dólar esté por lo menos a $2.300. Esto impulsará a las exportaciones y controlará las importaciones, lo que beneficiará al sector industrial.
Así el crecimiento de la industria seguirá marcando positivo, aunque las tasas de crecimiento no serán muy grandes. Pero la buena noticia es que con los beneficios tributarios para la importación de capital, la industria podrá tener un impulso vía inversión.
El café jalonará la producción agrícola. La recuperación de la cosecha cafetera, los buenos precios internacionales y la devaluación, se juntan en unos buenos números para la caficultura, que continuará liderando el sector agropecuario. Aunque los problemas estructurales de la caficultura no estarán solucionados.
La tecnología seguirá bajando de precio y el uso de móviles y otro tipo de aparatos digitales se harán cada vez más populares, con lo que se reducirá la brecha digital.
En conclusión, no obstante las complicaciones de contexto internacional y algunos locales, seguramente, tendremos un año que continuará marcando una senda de crecimiento. Adicionalmente, si la Paz se firma en este 2015, tendremos también unas necesidades muy grandes de inversión social que se tendrá que financiar de alguna manera; una reforma tributaria estructural nos espera sin lugar a dudas.
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