Hay dos mediciones muy importantes que hace el Banco Mundial sobre la posición relativa de algunos países en materia de innovación y de condiciones para los negocios. En estos rankings se evidencian aspectos muy importantes para trabajar como nación.
Este año los resultados del ranking de competitividad que realiza el Banco Mundial a través del instrumento Doing Business nos dieron una mala noticia, no seguimos subiendo en el ranking, sino descendimos dos puestos. Pasamos del puesto 154 al 156 entre 189 países. Y esto es crítico porque muchas de las naciones latinoamericanas como Chile, Perú y México nos comienzan a tomar más ventaja y con ello seguramente se hacen más atractivas para la inversión internacional. Mientras que los otros suben, nosotros descendimos.
Los aspectos donde estamos casi en la cola de todos los países que integran en este ranking son los relativos a cuestiones regulatorias como pago de impuestos, estamos en el puesto 130 entre 189, y cumplimiento de contratos, donde estamos en el 180 ¡entre 189! Estos dos aspectos debemos analizarlos como país muy seriamente. No podemos ser de los menos atractivos en estos dos temas cruciales para las decisiones de inversión. Se pueden observar también como oportunidades de mejora en las cuales la política pública debería concentrar esfuerzos por impactar positivamente.
A su vez, hay una buena noticia en otro ranking, se trata del de innovación que aparece en el informe de competitividad global, donde subimos tres puestos, llegando al 61 entre 140 naciones. Sin embargo, hay mucho que crecer, pues según estimativos de ANIF, más del 75% de las empresas industriales colombianas se pueden catalogar como no-innovadoras. Mientras que innovadoras únicamente llegan escasamente el 20% de empresas. Es decir, que el sector privado tiene aquí una gran frontera de trabajo para articular procesos de innovación en sus empresas. En Manizales haría mucho bien, sentar a los investigadores de las universidades con empresarios para que problemas concretos y retos de la industria fueran estudiados por la academia para aportar nuevas soluciones. 
Así, pues, debemos seguir trabajando con mucha consistencia y persistencia para que el aparato productivo sea innovador, y para que las condiciones de los negocios sean cada vez más propicias para los negocios.