El pasado 25 de marzo, el miércoles antes de Semana Santa, se llevó a cabo en todos los colegios una interesante reflexión sobre la excelencia. Es una muy buena experiencia que podrá de seguro ser mejorada para el futuro, pero que significó un momento de toma de conciencia nacional sobre la necesidad de implementar los planes de mejoramiento de las instituciones de educación escolar. El Día E, como se bautizó la jornada de la excelencia educativa, es un esfuerzo especialmente entre maestros y directivos de los planteles para definir el plan de mejoramiento que se ha llamado la ruta de la excelencia. Que debe ser público y que la comunidad educativa en su conjunto debe convertirse en garante de cumplimiento.

El Día E tuvo como particularidad que los establecimientos educativos contaron con el Índice Sintético de Calidad Educativa como insumo, lo que permite tener un punto de referencia para poderse ver en el tiempo y de forma comparativa con otras instituciones. Este índice tiene cuatro variables que lo componen: El progreso, es decir, el mejoramiento en los resultados con respecto a años anteriores, y se mide por el número de estudiantes que se tienen en un nivel insuficiente en los resultados de las Pruebas Saber. En segundo lugar, el desempeño, que se mide por el promedio de los resultados en las áreas de matemáticas y lenguaje en la institución. En tercer lugar, la eficiencia medida como el porcentaje de estudiantes que aprueban el año escolar, es decir, está focalizado en reducir los alumnos que repitan el año. Y finalmente, en cuarto lugar, se centra en el ambiente escolar, en el sentido que existan las condiciones propicias para el aprendizaje en el salón de clase, por ello mide el seguimiento y ambiente. Como todo indicador tiene límites, pero es un punto de partida muy valioso. Para compensar esos límites es bueno que en los planteles educativos se hable, discuta y comparta sobre estos resultados y allí irán apareciendo los temas concretos en que se pueda mejorar. Hay que dejar que emerja la narrativa propia de cada establecimiento con ocasión de la relectura del indicador.

El Día E es una excelente iniciativa, que si bien es susceptible de mejorar, indica el propósito nacional de mejoramiento de la educación. Creemos que en el futuro debería tener mayor participación de los alumnos, solo pocos tuvieron la oportunidad de participar en esta oportunidad. Este es un aspecto a mejorar. A este propósito podría servir un mayor diálogo de los maestros y directivos con los alumnos. Y de otra parte, es vital que el seguimiento al Plan trazado, sea incluida toda la comunidad educativa, en particular los padres de familia a través del Consejo de Padres y los estudiantes mismos pueden hacerle un acompañamiento a la institución para que el plan sea algo vivo y no una tarea de un documento para el Ministerio.

El Ministerio hizo bien en generar este espacio, en algunos planteles poco tiempo se le dedicaba a este tipo de cuestiones, si bien otros, en particular los que estaban certificados en su sistema de calidad, sí contaban con estos espacios, es bueno que los procesos sean más participativos y que los resultados sean de público conocimiento y el Día E sirve precisamente para ello.

La agenda del tema educativo en la conciencia de la sociedad es fundamental para seguir aunando esfuerzos para el mejoramiento de la educación. Que el Día E genere movilización en el interior de las instituciones es muy positivo.