El Congreso se ha ido modernizando en muchos aspectos y hay que reconocer que ha mejorado en algunas cosas. Pero en lo que tiene que ver con el ausentismo, hay algunos congresistas que se comportan de manera vergonzosa y terminan por empañar la no muy positiva imagen de la rama legislativa. Y lo peor es que no se aplican las sanciones que existen y se bloquean las más fuertes que se quieren establecer. Y eso fue lo que ocurrió con un proyecto de ley que buscaba endurecer los controles al ausentismo, ¡pero este proyecto de ley no pudo aprobarse porque no hubo quórum en la comisión primera del Senado! ¡Es el colmo elevado al cuadrado!
Es realmente escandaloso que un congresista asista a menos del 90% de las sesiones de votación. Uno se pregunta inmediatamente, o está muy enfermo o es un sinvergüenza. Y los nombres han sido publicados en el portal Rama Ciudadana. Los senadores Roberto Gerlein, Arturo Char y Luis Fernando Duque, de diversos partidos, no se aparecen por las sesiones ni en un 10%, decir, ni en una de cada diez. ¡Es el colmo! Igual sucede con algunos representantes a la Cámara: Karen Cure, Tatiana Cabello y Ana Paola Agudelo. La forma de contabilizar las faltas no distingue si hay o no excusa. Si se quiere, sencillamente constata el hecho de la ausencia, sin estudiar la motivación. Pero llegar a más del 90% solo por enfermedad gravísima se justificaría, caso en el cual debería ser reemplazado. 
En la ley que aprobó el reglamento del Congreso, Ley 5 de 1992, la pérdida de la investidura se produce, entre otras, por la inasistencia en un mismo periodo de sesiones a seis (6) reuniones plenarias en las que se voten proyectos de acto legislativo y de ley, o mociones de censura. No se trata solamente de llamar a lista. En el fondo es un problema muy serio de responsabilidad con los deberes que tienen los congresistas de cara al país. No se trata en entonces que sencillamente les pongan taxímetro a los ingresos de los congresistas y les cobren las inasistencias del sueldo. Se trata de ganar en madurez electoral y que los votantes castiguen severamente a los congresistas que actúan así ni darles la reelección. ¡Uno de estos campeones de inasistencia lleva más de 40 años como senador! ¿Cómo es reelecto este señor?
El castigo al ausentismo debe estar en las urnas.