Jorge Alberto Gutierrez


Al momento de iniciar este artículo había llegado al Ministerio de Cultura el resultado de una convocatoria "on line", donde aproximadamente 4.700 firmas rechazan el afiche de la Trigésima Sexta Edición del Festival Internacional de Teatro de Manizales. La virgen de Guadalupe -la guadalupana-, ataviada con un antifaz de carnaval, ha sido interpretada por los firmantes como una mofa sacrílega de la devoción mariana.
La iconografía religiosa en el occidente cristiano es fiel reflejo de la evolución del pensamiento y de la cultura de las élites que escriben la historia. En la edad media, por ejemplo, la virgen María aparece vestida con los arreos propios de la aristocracia feudal: sedas, brocados, collares de perlas, acompañada casi siempre de los señores y sus esposas, en actitud arrogante pero de impostada humildad. Los españoles la han representado como gitana en posición de bailarina, como en el barroco, con grandes pamelas y faldas multicolores, o como respuesta a la humanística renacentista que se servía de modelos de la más alta alcurnia, con sus senos descubiertos, prominentes, sensuales, provocadores. También las hay "juxta crucem lacrimosa", sitio a donde parece nos quiere llevar una culpa anquilosada o una tergiversada humildad. Todas estas imágenes son contrarias, si vamos a hilar delgadito, con la enseñanza evangélica, y aquello no ha causado ningún estupor, ni mermado la devoción en la feligresía que se viene arrodillando desde hace 2.000 años para presentarle sus saludos y solicitudes.
México, como país invitado al Festival de Teatro, se valió de la imagen de la Virgen de Guadalupe para promocionar una de las fiestas más importantes de la dramaturgia contemporánea, que se celebrará en Manizales el próximo mes de agosto. Más que un ícono religioso, la imagen de Tepeyac, es la portadora de su identidad nacional, tiene el doble encargo de convocar la devoción popular como de servir de estandarte de la idiosincrasia nacional. No en vano su origen fue un acto de subversión contra la corona española, que estaba dispuesta a imponer una virgen de Extremadura como patrona del país de los aztecas, incluso detrás de su piel morena mimetizó a la diosa Tonantzin de "invencible" tradición prehispánica. Un sincretismo que es la clave de la cultura mexicana. Sin ir muy lejos, nosotros en Riosucio celebramos en el atrio de una de sus iglesias y plazas principales, el Carnaval del Diablo, quien después de un poético debate se erige como amo y señor de la localidad dando apertura a una fiesta de indiscutible inspiración pagana.
El movimiento zapatista la aperó con fusil y cananas como estímulo para su causa libertaria, el primero de noviembre es desprovista de su carne mortal para festejar el día de los muertos, y así en la mayoría de los eventos y conmemoraciones de la cotidianidad mexicana, donde todos entienden que su ícono más preciado es el indicado para representarlos.
Siguiendo esta tradición, el diseñador mexicano José Manuel Morelos uno de los más creativos y connotados cartelistas de América Latina, buscó impregnar el Festival de Manizales de un auténtico espíritu mexicano y acudió, en el sentido amplio del término, a su expresión más sagrada: La Virgen de Guadalupe. El marco conceptual de este trabajo, una pieza poética y didáctica a la vez, se puede leer en la publicación que de él hará este diario.
Manizales se debate otra vez en la necesidad de entender que el desarrollo solo es posible a partir del conocimiento, donde el respeto, la solidaridad, la apertura y la confianza, sean entendidos como el soporte único y primero de la convivencia civilizada, base de una cultura que nos permita superar la premodernidad donde parece nos encontramos encallados.
Es por esto que me preocupa tanta intensidad en un debate que parecería superado, incluso me pregunto ¿cuántas de las personas que suscribieron sus quejas al Ministerio de Cultura y debaten en Facebook acerca del afiche de la última versión del Festival de Teatro han presentado quejas similares cuando una mujer es rociada con ácido en cualquiera de las ciudades de Colombia?
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