Unos ganamos y otros perdimos. No sé quiénes porque escribo antes de saberlo. Pero todos perdimos dignidad y memoria, y todos ganamos odios y mentiras. A los que votamos y los que no, a los que creemos y los que no creemos, a la mayoría, esta contienda presidencial nos dejó vacíos de esperanza. Como ciegos, acostumbrados a no ver la luz, los unos votaron por uno que no sabe si es el mismo el que aparece en el video, y los otros por el otro que es el mismo que nos tiene ya jodidos. Qué ignorancia y qué vergüenza. Con cualquiera de los dos gobernantes Colombia seguirá siendo unos de los países con mayor desigualdad del mundo, al lado de Angola, Haití, Belice, Botsuana, Camerún y Namibia, y en Latinoamérica solo superado por Bolivia. Y todo se reduce a la mala, poca o nula educación que recibimos. Creería uno que les conviene así, para que sigamos votando desde la ignorancia y sigamos creyendo desde el engaño y viviendo cada día desde el conformismo y la pobreza.

Semejante país que seríamos, lleno de riquezas y recursos, y de oportunidades para todos. Pero ya lo tenemos vendido a las grandes empresas de explotación minera, feriado a los países que "celebran" con nosotros los TLC, regalado a los políticos corruptos, entregado a las mafias paramilitares y guerrilleras, donado a las petroleras extranjeras. Aquí todos los ríos llevan mierda, aquí todo se trata del que más gane, el que más tenga, el que más tumbe; aquí el vecino está para robarlo, la justicia para comprarla, la tierra para venderla y la dignidad para escupirla, y eso no va a cambiar, vote usted por el que vote. Y si seguimos votando por los mismos eso es lo que nos merecemos. Es igual con la programación de los dos canales nacionales de nuestra televisión: si el rating de Avenida Brasil es más alto que el de una serie como Dr. Mata, realmente nos merecemos que nos sigan transmitiendo La playita. Porque entonces no es que no tengamos otra opción, es que escogemos la peor, ya por costumbre.

Hace cuánto no tenemos un presidente al que le importen los pobres. O que haya sido pobre. O que no sea oligarca o mafioso. Y hoy, sea quien sea el que haya ganado, nos dará más de lo mismo, y definitivamente no es de eso lo que necesita este país. Lo que necesitamos es una revolución de mentes y dementes porque con los que vamos tendremos la misma desigualdad y exclusión de siempre. Nos urgen nuevas ideas, gente honrada, comprometida, cambios, apoyo, necesitamos alguien a quien le importen las personas comunes, esos que con esfuerzo pagamos los impuestos, los que trabajamos para vivir. Nosotros clamamos por alguien a quien le importe la gente.

Aunque en estas circunstancias de país ya sé que es mucho pedir.

Y para esa poca gente común, que votó por el menos peor y aún así amaneció hoy también sin esperanzas y a la que las elecciones no le cambiaron la vida ni se la cambiarán mañana, les dedico estos apartes de Oda al Hombre Sencillo, de Pablo Neruda (no lo escribió José Mujica) para que unidos recordemos que, los buenos, no somos más:

Ves tú que simple soy,/que simple eres,/no se trata/de nada complicado./Yo trabajo contigo,/tú vives, vas y vienes/de un lado a otro,/es muy sencillo,/eres la vida,/eres tan transparente/como el agua,/y así soy yo,/mi obligación es esa:/ser transparente,/cada día/me educo,/cada día me peino/pensando como piensas,/y ando/como tú andas,/como, como tú comes,/tengo en mis brazos a mi amor/como a tu novia tú,/y entonces/cuando esto/está probado,/cuando somos iguales,/escribo,/escribo con tu vida /y con la mía,/con tu amor y los míos,/con todos tus dolores/y entonces/ya somos diferentes/porque, mi mano/en tu hombro,/como viejos amigos/te digo en las orejas:/no sufras,/ya llegará el día,/ven, ven conmigo,/ven con todos/los que a ti se parecen,/los más sencillos./Ven, no sufras,/ven conmigo, /porque aunque/no lo sepas,/eso yo sí lo sé:/yo sé hacia dónde vamos,/y es esta la palabra:/no sufras/porque ganaremos,/ganaremos nosotros,/los más sencillos/ganaremos,/aunque tú no lo creas,/ganaremos.