Rubén Darío García, Pbro.

LA PATRIA | MANIZALES

Isaías 58,7-10; Salmo 111; 1 Corintios 2,1-5; Mateo 5,13-16

En este momento histórico coincidimos con facilidad con el pensamiento de la mayoría solo para obtener aprobación de los demás y tener tranquilidad. Necesitamos personas que vayan a contracorriente en la manera de pensar y de actuar para hacer brillar la luz que ilumine a todos los seres humanos.

¿Cómo brilla esta luz? La primera lectura tomada del profeta Isaías señala ciertas acciones que pueden resultar incómodas a quienes viven con los ojos cerrados y creen ver mucho: “Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, cubre a quien ves desnudo y no te desentiendas de los tuyos… Aleja de ti la opresión”. Y el Salmo completa esta lista de actitudes que conducen hacia la luz: “Sé clemente y compasivo”. Si quisiéramos, para cada una de estas tareas tendríamos explicaciones y justificaciones para dejar de hacerlas; pero lo que interesa es ver dónde está la fuente de la gracia que te permite actuar de esta manera.

Todas estas acciones exigen salir de sí mismo y donarse al otro deseando que este otro viva. Ninguna de ellas es fácil porque implica “morir”, despojarse y cambiar criterios. Se trata de una nueva mentalidad que en muchos ambientes va contravía. Quien va adquiriendo esta manera de vivir y de pensar, se transforma en sal y luz de la tierra. En sal, porque la sal para poder dar sabor debe dejarse destruir, desaparecer. Si ella no se disuelve, esto es, si no muere, no podrá dar sabor.

De la misma manera llegamos a ser luz. Vendrán momentos difíciles y de persecución, pero brotará del fondo de su ser una fuerza tan extraordinaria que hará que los demás se pregunten: ¿qué es lo que tiene? ¿De dónde saca esta vitalidad y fuerza?

Amando es que podemos transformar la historia y producir nueva esperanza de vida. Es necesario morir, salir de nosotros mismos y despojarnos. ¿Cómo te sientes para afrontar esta llamada? ¿Tu vida se mueve en el despojo o en la acumulación? ¿Cuando llegan los momentos difíciles a dónde recurres para pedir ayuda? ¿Por quién darías la vida hoy?

Delegado Arquidiocesano para la Pastoral

Vocacional y Movimientos Apostólicos