LA PATRIA | MANIZALES

Comenzamos hoy un nuevo Año Litúrgico. Estamos en el primer domingo de adviento. Esta palabra significa ‘advenimiento’ y guarda relación con la doble venida de Dios entre nosotros. La primera manifestación es la encarnación de Dios. ‘Un niño se nos ha dado’…, es la noticia que cunde después de la adoración por parte de los pastores. La segunda, corresponde a la parusía, es decir, al regreso de Cristo, del cual no sabemos el día ni la hora.

Aquí el mensaje es claro: “A los creyentes se les pide que renuncien a realizar cálculos y a hacer previsiones sobre el fin de los tiempos”. El final de los tiempos ya llegó en Jesucristo, en su encarnación y pascua. Por el contrario, el bautizado debería aguardar sin temor alguno aquel fin, empleando el tiempo presente en el trabajo incansable de cada día.

¿Por qué vives con tanta preocupación por el futuro? Lo que siembres ‘hoy’ esto cosecharás. Ahora es el momento oportuno para gozarte de la vida, más tarde, cuando tengas lo que pretendes conseguir, cuando llegue la pensión, cuando alcances tal título… no sabes ¡si llegarás! Escuchas con frecuencia expresiones como: ‘tendremos un hijo cuando… tengamos la casa, cuando tengamos dinero para mantenerlo, siempre te faltará algo de lo que ‘soñabas’ y al final… te perdiste de ser feliz.

Créeme que así se te pasarán los días y nunca realizarás esto que ayudaría a la familia a integrarse, a amarse. El bien hay que hacerlo ya, el favor se debe hacer ahora, no conviene esperar… porque puede ser que “el amo llegue esta noche”, ‘hoy’ se te pedirá la vida, mañana estaremos en tu funeral y lo que has acumulado ¿para quién será?

Estemos preparados, en vela, vigilantes, pidiendo ‘hoy’ discernimiento, diciendo ‘hoy’ a las personas que tienes al lado un ‘te amo’, porque ‘mañana’, puede ser muy tarde y vendrán remordimientos.

Nosotros somos la arcilla del Señor, Él es nuestro alfarero. Suéltate, no tengas miedo, ha comenzado el adviento y es tiempo de muchísima esperanza: ¡Ánimo!

Miembro del Equipo de Formadores en el

Seminario Mayor de Manizales