Si nos atuviéramos a lo que la prensa transmite en relación con el plebiscito, concluiríamos que es la lucha de poderes entre un gobierno desprestigiado, desgastado, corrupto y rodeado de oportunistas politiqueros recogiendo mermelada, y una oposición encarnada en el Centro Democrático, partido igualmente desprestigiado, desgastado y compuesto también por una gran mayoría de oportunistas que, a falta de votos, cedieron su identidad, su criterio y su carácter y son simples transmisores de las ideas de un líder con quien se exceden en servilismo y sumisión.
¡Ojo! El plebiscito y la paz de Colombia no pueden depender de una lucha entre el poder de Santos y las pretensiones de Uribe. Son las Farc y el terrorismo contra un país sediento de una paz definitiva que solo se logra si quienes nos han maltratado durante años, están dispuestos a cesar sus acciones criminales, a reparar sus daños, a develar la verdad y a mostrarse arrepentidos de corazón con el pueblo colombiano y el mundo entero. Pero lastimosamente, mientras más avanza el proceso, más soberbias se muestran las Farc y más exigencias ponen sobre la mesa; mientras más se les cede en sus pretensiones, más piden, más se envalentonan, más condicionan y más atropellan. Y así es imposible obtener la paz.
Hoy el pueblo colombiano no sabe qué es lo que va a votar, y el Gobierno gasta billones de pesos en su campaña por el Sí. Y yo pregunto: ¿Sí a qué? ¿A decretar la impunidad total a los actos atroces? ¿A revestir de poder, inmunidad, dignidad y representación a criminales que no muestran contrición, arrepentimiento ni voluntad de resarcimiento? ¿A aprobar unas negociaciones ocultas, desconocidas, veladas y leoninas? ¿A votar condicionados por el miedo y bajo amenazas de fusiles humeantes? ¿A entregar el territorio, la soberanía, el gobierno y la dignidad de la Patria? ¿Por qué no nos dan a conocer con claridad lo que vamos a votar? ¿Qué esconden? 
Si nada está acordado hasta que todo esté acordado, y los terroristas farianos están imponiendo la votación del plebiscito antes de la firma de los acuerdos, repito: ¿a qué le vamos a decir que sí? ¿Les vamos a entregar un cheque en blanco a los peores criminales de Colombia, para que legitimen su poder y sigan haciendo con este país lo que les venga en gana? Eso es como entregarle las llaves del banco a los propios asaltantes para facilitarles su misión; o a Garavito la dirección de un jardín infantil. A las urnas no podemos llegar coartados, ni condicionados, ni constreñidos, ni amenazados. Un evento democrático debe estar revestido de libertad para que sea válido; y no votaremos libres mientras el Presidente y sus adláteres nos sigan amenazando con la guerra si no ganan sus intereses; o las Farc dominando con sus armas vastas regiones del país. Esto solo hace que el plebiscito sea espurio y, por ende, de llegar a ganar el Sí, nacerán de inmediato fuerzas reaccionarias.
Por eso hay que luchar hasta el último momento para derrotar la manipulación y el derroche de corrupción que rodea la campaña por el Sí. Y tenemos una fuente demasiado importante y definitiva: la abstención. Si el abstencionista es la mayoría en los comicios tradicionales; si quienes no votan son los responsables de los malos gobiernos; si aquellos que se quedan en sus casas o fincas el día de elecciones son quienes realmente determinan el desastre con su indiferencia; ahora es la oportunidad de demostrar su poder, acercándose a las urnas y depositando el voto protesta. Porque el No significa, además del rechazo y repudio contra el terrorismo, el rechazo total contra la corrupción dominante, la politiquería reinante, el statu quo de los políticos tradicionales, y un sistema desgastado y roído por la perversión que hoy le hace el juego a las Farc. 
Y reitero mi pregunta: ¿Sabemos a qué le vamos a decir Sí? ¿Al poder oculto de las Farc y a la legitimización de sus actos terroristas? ¿A la connivencia de la clase politiquera con el poder del terrorismo? ¿A eso le vamos a decir Sí? ¡No jodás!
Nota del director
Al señor Pava y los lectores interesados en este tema, los invitamos a que consulten los acuerdos firmados hasta ahora entre el Gobierno y las Farc en la siguiente página de internet: http://equipopazgobierno.presidencia.gov.co/acuerdos/