Jorge Enrique Pava


En este espacio hemos abordado en muchas ocasiones el tema de la Industria Licorera de Caldas, por ser una empresa que nos desvela. Y lo hemos hecho para denunciar comportamientos oscuros, contratos leoninos, salidas en falso y negociaciones veladas; otras veces para defender la Industria de esos enemigos que merodean permanentemente para corroerla sin piedad; y otras (no tantas) para destacar la importancia de las buenas administraciones que luchan por su crecimiento y por mantenerse en el mercado.
Esta vez lo abordamos para lo último: los propósitos fijados por esta nueva administración colman, en principio, las expectativas de los ciudadanos que sentimos la ILC como nuestra y que nos duele su presente y nos preocupa su futuro. Nos llena de esperanza porque le está dando el tratamiento de una empresa viable, como efectivamente lo es, contando con sus socios estratégicos naturales.
Lo primero es abrir nuevamente las posibilidades de reinstaurar la destilería, solucionando los inconvenientes que sirvieron de pretexto para cerrarla, ocasionando un desperdicio en las instalaciones que tienden a derruirse por falta de operación. Mucho han luchado los sindicatos de la empresa por mantener la planta abierta y, me consta, se han proporcionado cediendo prebendas y logros sindicales en pos de volver a producir alcohol dentro de la planta. Pero su lucha ha sido infructuosa, muchas veces por prevalecer negocios e intereses personales de sus administradores. (Se les olvida que son los trabajadores -como primeros socios estratégicos- quienes conocen realmente de producción; a quienes les duele la empresa; quienes muchas veces tienen las soluciones a la mano; y quienes tienen el conocimiento, que es el activo más valioso de la Industria. Negarse a oírlos es el mayor error que se ha cometido durante años).
Los motivos principales para el cierre de esa planta fueron: la contaminación ambiental y los supuestos elevados costos de producción. A lo primero hay que decir que sí es necesario invertir en su modernización, lo que implica la adquisición de nuevas tecnologías limpias que, además de acelerar los procesos y elevar la capacidad productiva, evitarían el vertimiento de desechos a los afluentes que la circundan. A lo segundo tenemos que insistir en que hace unos años, cuando se cerró la planta, se hicieron cálculos sin bases ciertas y sin argumentos sólidos, que indicaban que al afrontar un dólar de $1.800, producir alcohol en planta era, por lo menos, igual de costoso que importarlo, pero sin los problemas ambientales. Hoy que el dólar ha sufrido un incremento del 94% ese argumento económico se cae de su peso, pues significa que los alcoholes deben ser importados a casi el doble de su valor, mientras que producirlos no debe haber sufrido un incremento más allá de la inflación acumulada, resultando entonces más provechoso invertir en la planta y producir nuestros alcoholes, que seguir importando a precios incontrolables.
Adicionalmente seríamos una de las pocas empresas productoras de alcohol en Colombia, lo que nos abriría otra fuente de ingresos como proveedores de materia prima a otras licoreras que requieren de ella y que tienen también que importarla a precios escandalosos por efectos del dólar. Y esa sola unidad de negocios sería auto sostenible y produciría para pagar las nuevas inversiones sin afectar los flujos de caja ordinarios.
Otro aspecto fundamental que se ha trazado como meta Luis Roberto Rivas es la apertura de nuevos mercados y la reconquista de aquellos de donde hemos desaparecido. Sería redundante insistir en la calidad de nuestros productos por lo que, llegando a una relación cordial con los distribuidores -como segundos socios estratégicos- (que son quienes conocen realmente los mercados, sus fortalezas y debilidades), y buscando ampliar la cobertura en vastas zonas nacionales, las ventas pueden reaccionar favorablemente. Y en el campo internacional, la agresividad positiva que muestra Luis Roberto para penetrar mercados en otros países, es la demostración de que hay interés en revaluar el concepto de que la apertura económica y los TLC solo nos traen perjuicios. Si tenemos buen producto, a buen precio y contamos con personal capacitado para promocionarlo, el mundo entero deja de ser nuestra amenaza para convertirse en la mayor oportunidad y fortaleza.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015