Jorge Raad


Uno de los colombianos más insignes ha sido Alberto Lleras Camargo, 1906-1990, quien demostró y ejerció una probidad ejemplar durante toda su vida.
Recientemente el rector magnífico de la Universidad Autónoma de Manizales, Gabriel Cadena Gómez, recordó sus palabras cuando asumió la rectoría de la Universidad de Los Andes.
Han catalogado a Alberto Lleras como un visionario. De las ideas y análisis del rector queda una inmensa pena que solo es paliada por pocas universidades como la de Los Andes.
Se ha sido inferior, lamentablemente, al concepto de universidad. Muchas le adeudan a la sociedad en docencia, en investigación, en proyección y en la conducción de la comunidad, porque no encienden las luces en medio de las oscuridades cotidianas por las que atraviesan los ciudadanos.
Se hace necesario seleccionar y transcribir frases mencionadas en noviembre de 1954, es la mejor forma de ser fieles a su pensamiento: "Es muy fácil… que un empleado público se identifique casi involuntariamente, con la abstracción del Estado, y que acabe por sentirse como él, infalible y omnipotente…contribuyen poderosamente a crear en el burócrata una mentalidad imperial". Parece que estuviera describiendo la actualidad.
"…¿Por qué una universidad? ¿No hay ya varias? ¿No es un despilfarro de energía humana y de dinero? ¿No hay también demasiados doctores? ¿Es conveniente una universidad más, y aún siéndolo, es necesaria? Hoy sigue vigente la pregunta. El problema no es el número sino su calidad.
"… quiere establecer y está creando las escuelas necesarias para ofrecer ante todo lo que se llama… una educación liberal… cualquier semejanza de términos con la política colombiana, es una pura coincidencia". En Manizales y en Colombia siguen sordos, ciegos y mudos ante el concepto de escuelas.
"En el reino de la inteligencia no puede haber, no ha habido jamás igualitarismo. La democracia en él, consiste en crear ante sus estrechísimas puertas la más absoluta igualdad de oportunidades". Y no se aprende de este mandato.
"… una universidad que abra más oportunidades de aprender a quienes las quieran es mejor, forzosamente, que aquella que debía limitarse por razones puramente políticas, a lanzar periódicamente a la calle un producto de especificaciones mínimas". Un concepto preclaro, vigente hoy.
"…es muy difícil especializarse -y hoy se ampliaría a tener magíster y doctorado- para quien no domina el panorama general, para quien carece de medios normales y fáciles de comunicación con los libros -hoy electrónicamente- y con los hombres y para quien no conoce los métodos ni ha practicado las disciplinas de aproximación a la entrada científica". Hoy quieren ser doctores y enclaustrarse apenas terminan la primaria, las instituciones están al vaivén de lo personal y se exigen doctorados hasta en los servicios generales.
"Es también esencial que la universidad tenga una coordinación de su claustro que una al sociólogo con el arquitecto y el médico, al físico y al matemático con el filósofo, al historiador y al estadístico con los audaces experimentadores de la nueva técnica". Los grupos de investigación han solucionado solo en parte esta omnipresencia del investigador. Sigue existiendo una investigación no institucional ni de Nación.
"Para mí la universidad es el único vehículo capaz de trasladar lo universal a lo particular, la experiencia del mundo y de todos los tiempos a nuestro tiempo y a nuestro territorio". La universidad conserva esa potestad, pero queda en deuda. "Pero ese otro profesor que no se equivoca, que no vacila, que no ignora nada, que barbotea palabras de piedra, que esconde sus fuentes… ese suscita la rebelión, provoca el odio y contra él se organiza la comuna de la ignorancia". Todavía hay muchos ejemplos malos de este personaje enclavados en las universidades.
"Nadie que haya hecho algo por la educación de un colombiano ha probado las aguas amargas de la ingratitud". En esto tenía razón a medias, porque en la satisfacción del deber y retribución de sus estudiantes es cierta la aseveración, pero en lo institucional no la tuvo.
Nota: En los fracasos en salud, la culpa no siempre es de los otros.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015