Jorge Raad


No puede calcularse exactamente el número de palabras, frases e imágenes dedicadas a los temas relacionados con la vida y la muerte y mucho menos la cantidad de pensamientos que una persona tiene sobre estos temas a lo largo de su vida.
Si solamente un ser humano pensante, tiene en su cuenta haber reflexionado durante el año al menos tres veces sobre su propia vida o muerte, entonces la cifra podría llegar anualmente en el planeta hasta 17.000 millones de veces. De ello se deriva que las ideas sobre el tema son variadas y que es imposible de listarlas fielmente pero sí es factible agruparlas. De ello, se encargan los filósofos, los sociólogos, los psiquiatras, los psicólogos y una infinidad de profesionales, quienes tienen diferentes intereses en el tema como los escritores, -bajo las múltiples facetas que adoptan incluyendo guionistas-, cineastas, profesores y quienes derivan la subsistencia de éstos hechos.
Dos profesionales tienen implícitas en sus misiones los conceptos de vida y muerte como son los casos de los médicos y de quienes se encuentran dedicados a predicar las diferentes religiones y sus facciones.
Sin embargo, vida y muerte son asuntos que le conciernen íntimamente a cada persona y ello es inconmutable. Sobre la génesis de su existencia no tuvo ningún control de acuerdo a los conocimientos científicos actualmente promulgados. Con respecto al desarrollo de su vida terrenal puede tener control, evidente u oculto, aunque existen millones de voces, por expresarlo de alguna forma, diferentes sobre el significado y realidad del término destino que supuestamente tutela la vida de los seres humanos.
De otro lado, el control sobre la indefectible muerte es circunstancial y exactamente no puede ser manipulada salvo en casos especiales como el suicidio, la eutanasia supervisada legalmente y el derecho a morir dignamente, que puede ser acompañado por personas no necesariamente médicos o enfermeras.
Aunque se tenga presente la muerte, algunos eluden el tema conscientemente. No es fácil hacerse la pregunta: ¿Cómo quiero morir? Pero la respuesta es mucho más difícil por cuanto ella está inmersa en la incertidumbre, más si es joven.
Muchos conocen de alguna forma a Charles Robert Darwin pero muy pocos a los sardónicos Premios Darwin, otorgados comúnmente en forma ulterior cuando las personas mueren o quedan estériles por una equivocación absurda o la presencia de negligencia. Los candidatos deben cumplir estrictamente con los requisitos, comenzando por ser jurídicamente responsable y mentalmente competente.
Un reciente artículo de Josep Lapidario en El País, titulado: Pánico a una muerte absurda, analiza el tema con varios enfoques y de verdad, todo aquel que tenga una fracción de lucidez mental, no queda con ganas de tener una muerte ilógica, luego de conocer los ejemplos citados o, ubicar los modelos que se poseen las personas en este aspecto.
Entre los médicos hay una fuerte tendencia a no morir causando conmiseración y para ello piden, todavía sin expresar oficialmente y por escrito sus deseos, que cuando su proceso sea irreversible, tenga un electroencefalograma plano y, esté conectado a tubos, -con sus máquinas-, por todos lados, lo dejen fallecer.
Esa muerte es lógica y no atenta contra las leyes de la vida y también de la muerte.
A pesar de los auténticos deseos de morir de una forma especial, al menos sin dolor o angustia, ello no siempre es posible debido a que en cualquier momento de la vida puede suceder un accidente fatal o simplemente una lesión súbita e irreparable, ambas con dolor o sin dolor, de lo cual puede ser consciente en las últimas centésimas de segundo.
La lucha por conservar la vida es un fenómeno connatural que arrastran todos los seres vivos en las diferentes escalas que proporciona la naturaleza. El ser humano, el único que posee consciencia, no escapa a ésta condición y su guerra personal a favor de su vida puede ser modificada cuando entiende que la muerte puede ser una salvación, determinada por sus respetables y fuertes creencias, tutelada por el deseo innato de disfrutar otro tipo de existencia.
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