Después de hacer un ejercicio de memoria y volver sobre el día de elecciones locales y especialmente en Manizales, fue un verdadero alivio oír de parte del nuevo alcalde de la ciudad, que él gobernaría para todos los ciudadanos y no solo para un grupo privilegiado. Es un compromiso que nos llena de entusiasmo y que deja ver que el mandatario ha entendido que en las elecciones hubo más de 90 mil personas que valoraron propuestas complementarias a las que él mismo pudo desarrollar a lo largo de su campaña.
Manizales reclama continuidad de las políticas de transparencia y buenas obras lideradas por la administración saliente. Una ciudad bonita y bien cuidada es algo que llena de orgullo a todos los que en ella viven. Una política de apoyo al empresariado y a la innovación ocupa hoy páginas enteras de los medios nacionales que distinguen a la ciudad como un centro de creatividad e industria a pesar de su localización geográfica.
Es por estas razones que valdría la pena insistir en ideas valiosas que merecen ser tenidas en cuenta para desarrollarse en estos cuatro años de gobierno que empezaron el pasado mes de enero. La movilidad no puede ser vista simplemente como la oportunidad de moverse de un lado a otro, para nuestra ciudad es un reto que permite mirar al futuro de una manera diferente. Los cables han demostrado que son un esquema cómodo, seguro y un referente para el turismo nacional e internacional. 
En este sentido procurar su profundización y poner en marcha las líneas propuestas que conecten Fátima, Estadio, Fundadores, la Comuna 5, San Sebastián y porqué no Chipre y la Universidad de Manizales son ejemplos concretos de equidad y de eficiencia en la inversión pública. Por otro lado ofrecer servicios de transporte público eléctrico en los barrios montañosos de la ciudad permitiría una mejor movilidad pero sobre todo llenarían de dignidad a poblaciones que mucho lo necesitan.
Es necesario reconocer el enfoque que todas las campañas imprimieron a la educación como motor del desarrollo social pero también como parte fundamental de la economía doméstica. Por tal motivo bien sería pedirles a nuestros nuevos mandatarios que redoblen esfuerzos en la acreditación de los programas que se imparten hoy en la ciudad. Ese es un primer paso en el posicionamiento de Manizales como una ciudad universitaria teniendo como estandarte la calidad y el buen servicio a los estudiantes.
Hoy más que nunca el gobierno nacional está emprendiendo una cruzada por brindar educación de calidad a todas las personas sin discriminación de tipo económico. Manizales debería ser una excelente opción para que los pilos de todo el país encuentren en sus aulas, pero también en sus calles, la mejor opción a la hora de escoger donde estudiar. La educación técnica debe dejar de ser vista como de segunda categoría, por el contrario es allí donde ciudadanos de toda condición puedan encontrar alternativas para especializar sus servicios en pro del desarrollo económico e industrial de la ciudad.
Finalmente tendríamos que destacar la iniciativa por fomentar el deporte y la inclusión social y para esto no existe una mejor política que continuar con la labor de creación y protección del espacio público en la ciudad. Mejores escenarios e infraestructura para hacer deporte, pero también para estudiar, caminar, comer y encontrarse en condiciones dignas y seguras es lo que hace que una comunidad se fortalezca se aprecie y se respete.
Es absolutamente necesario que desde el principio se entienda que la ciudad es de todos. Los empresarios deben ser promovidos y protegidos, los estudiantes y deportistas deben ser incentivados y reconocidos, los habitantes más humildes deben ser incluidos y desarrollados y en general los ciudadanos deben ser respetados por sus funcionarios y el respeto se demuestra con la honradez, el trabajo, la creatividad y la firme convicción de crear consensos en pro del mejor bienestar de las futuras generaciones.
Ojalá la ciudad y en especial sus ciudadanos encuentren los retos y objetivos que promuevan a Manizales como una ciudad que enfrenta el futuro con valor y con ganas de ser un referente en las nuevas economías. Ojalá la demagogia no haga parte de la agenda de nadie, pues es en ella que se pierden las oportunidades de aquellos que más lo necesitan.