Efraim Osorio


El ‘retruécano’ (‘conmutación’), en su definición más sencilla, es un “juego de palabras”. Más elaborada, ésta: “Inversión de los términos de una proposición o cláusula en la siguiente para que el sentido de esta última forme contraste o antítesis con el de la primera”, verbigracia, “bebamos para vivir, pero nunca vivamos para beber”. Recuerdo estas nociones, porque el editorialista de El Tiempo escribió: “Decir que la guerra fría entre Estados Unidos y Rusia sigue caliente es un retruécano obvio, quizás, pero real” (2/1/2017). El redactor contrapone los adjetivos ‘fría’ y ‘caliente’, contraposición qué llama ‘retruécano’. No estoy tan seguro. El diccionario de María Moliner da esta otra definición de ‘retruécano’: “Chiste conseguido manejando palabras parónimas (de forma parecida y distinto significado)”, por ejemplo, ‘vela’ de parafina y ‘vela’ de un barco; ‘Chocó’, departamento, y ‘chocó’, verbo, condición que no existe en la muestra analizada, porque, evidentemente, los dos adjetivos no son parónimos. La figura en esa frase, me parece, es la ‘antítesis’, “figura que consiste en contraponer una frase o una palabra a otra de contraria significación”. Nota: No sobra recordar esta estrofa de Quevedo (s. XVI), ejemplo de ‘retruécano’: “En tiempos de bárbaras naciones / colgaban de la cruz a los ladrones, / pero ahora, en el siglo de las luces / del pecho del ladrón cuelgan las cruces”. Cinco siglos después, este fenómeno, intacto.
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Un paisano amigo con quien converso de paso casi todos los días, un mago en su oficio de tapicero, quiso saber el significado de ‘fast track’. Estuve tentado a decirle que eso no era más que ‘triquiñuela’ o ‘avivatada a la colombiana’. Sin embargo, me abstuve. ‘Vía rápida’, fue mi respuesta. Le añadí que esas dos palabras inglesas tenían en castellano tantas con las que se podían reemplazar, que consideraba una necedad emplearlas en los periódicos que todo el mundo lee, pues son muchos los colombianos que, como él, no saben inglés, ni tienen por qué saberlo. ‘Ahora me desayuno’, me dijo don Carlos Amador. Y son muchos, calculo, los que aún no se han desayunado. Anglicismos innecesarios, como el ‘Coaching’ del padre Gallo: “Esto que te digo es un poderoso Coaching…” (LA PATRIA, Oasis, 4/1/2017). ‘Coaching’ significa “clases particulares, preparación (para un examen)’, y, en deportes, ‘entrenamiento, preparación’. Sustantivos que pueden convertirse en infinitivos, ‘entrenar, preparar’, según la idea que desee expresar quien los usa. Quiero decir que, tanto‘coach’ (‘entrenador, preparador’) como ‘coaching’, son anglicismos inútiles, pues nuestro lenguaje tiene los términos correspondientes. ¿Pensarán quienes los emplean que esos anglicismos les dan más importancia? Recuerden que son muchos los colombianos que, como mi amigo el tapicero, no saben del inglés ni siquiera el abecé.
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Un experimentado columnista de El Tiempo garrapateó de la siguiente manera: “…que el burgomaestre actual, previo a desfacer parte al menos de los entuertos que dejó su antecesor…” (Víctor Manuel Ruiz, La revocatoria de Peñalosa, 4/1/20117). Que escriba así un periodista en ciernes y contagiado de los vicios actuales del idioma, pase; pero que lo haga uno veteranísimo, es imperdonable: aludo a la estomagante sustitución del adverbio de tiempo ‘antes’ por el adjetivo masculino ‘previo’. El castellano merece más. Y ni hablar de su femenino ‘previa’, manoseado y maltratado sin misericordia por toda clase de redactores: “Dos caballos muertos dejó ayer la previa de la cabalgata de la Feria de Manizales” (LA PATRIA, pie de foto, 3/1/2017). “Seminario como previa al carnaval”; “…y como previa al evento, (…) realizarán un seminario…” (LA PATRIA, 1er. Plano, titular, 4/1/2017). En sus dos últimas ediciones, El Diccionario suprimió la definición que de ‘previo’ daba como sustantivo, correspondiente al anglicismo ‘playback’ (“sonorización de un número musical con una grabación hecha previamente”), y recomienda sustituirlo por “(sonido) pregrabado”. ¿Leerán esto en Redacción del periódico?
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Esto escribió El columnista de El Tiempo Abdón Espinosa Valderrama: “Está por ver cómo se asimila el alza intrépida del IVA…” (5/1/2017). ‘Intrépido-a’ (‘sin temor ante los peligros’) califica solamente a los seres humanos, señor Espinosa. Ese impuesto del IVA puede calificarse de ‘abusivo, injusto, desproporcionado, inoportuno’, etc., pero no de ‘intrépido’.
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