José Jaramillo


Sí, ala, la mesa en el club está reservada en un sitio discreto, lejos de la curiosidad morbosa de periodistas y fotógrafos furtivos, que ahora es cualquiera que tenga un celular. Te espero para que analicemos este país, que se descuaderna por momentos, por culpa de este traidor de Juanpa que, negando su estirpe, después de que lo elegimos confiados en que iba a ser el continuador de la obra magistral de su mentor y maestro, tiene a Colombia al borde del colapso, negociando sus valores y principios con el terrorismo, ¡carajo! Mejor ven y hablamos, que menciono esto y se me sube la bilirrubina. Voy a tener que hacerme tomar la presión y ponerme debajo de la lengua la pasta para regular el corazón. ¿Si ves hasta dónde nos ha llevado este pérfido gobierno?
Allá estaré; y cálmate.
Dos whiskys, Rigoberto, escoceses legítimos, no de esas porquerías que hacen en los Estados Unidos.
Roberto, señor…
No me replique, indio igualado. ¿Si ves, José Contento, lo que ha pasado en el país por culpa de las reformas sociales de López Pumarejo y del alboroto del negro Gaitán? Ya no se les puede hablar a estos guaches.
Te decía que no hay derecho a que, semejante a "esos personajes del teatro del absurdo, que recitan sin parar un monólogo desconectado de la realidad", Santos no tenga un tema distinto de la paz, sin oír "la gritería de los que padecen y mueren, víctimas del abandono, de la incuria, de la incompetencia".
Y, más que eso, "los maestros han sido engañados, burlados, maltratados". Y "los agricultores están indignados (…) y volverán a protestar abandonos y recordar traiciones". "Y Juanpa no sabe lo que pasa. O si lo sabe no se inmuta".
Otros dos whiskys, Ruperto.
Roberto, señor…
Doctor, cachifo insolente. ¿O usted cree que yo estuve en London School of Economist para verle las piernas a la "rubia y pérfida Albión"?
Otra cosa, querido Fercho, que nos ahoga, son los impuestos. Que pagamos unos pocos, muy pocos, porque el "oscuro e inepto vulgo" apenas tributa lo que le corresponde por el IVA de lo que consume, que es muy poco. Y ese gordo traidor resultó marxista, clavándonos a los que tenemos un patrimonio, heredado con el sudor de la frente de varias generaciones, para darle gusto a la galería, a la guacherna.
Dos whiskys y la carta, Rigoberto.
Roberto, doctor…
Eso importa un carajo. A la plebe le cae bien cualquier nombre. Al fin y al cabo la cédula sólo le sirve para votar por esos inmundos izquierdistas. (Continúa)
Citas: F.L.H. LA PATRIA 4-5-2015. Opinión.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015