Leonardo Pineda


Zapping
@leonardopineda
La semana pasada el país se encontraba sumido en medio de uno de los peores escándalos que se haya visto en el que los medios masivos, la policía y el mismísimo gobierno nacional estaban en la mira de todo el mundo. No hubo lugar en el que la cotidianidad no se hubiera visto afectada por comentarios desacertados y acertados acerca de la Comunidad del Anillo y de las implicaciones que el video revelado por la emisora liderada por Vicky Dávila pudiera tener. Rodaron cabezas y eso fue lo que llenó los titulares de todos los noticieros, porque seguimos ávidos de esa información amarillista que a la larga no contribuyó para nada en la investigación que se supone iba a apoyarse con el registro fílmico. Y entonces, los colombianos siempre tan recursivos, empezamos a llenar las redes sociales de los diferentes memes que expresaran lo que nos causaba dicho suceso, muchas veces sin pensar en las implicaciones a nivel personal que lo revelado pudiera tener para las familias de los involucrados. Si bien, hubo información respetuosa o no, el daño ya estaba hecho. Y todo lo que inquietaba al pueblo colombiano de repente fue opacado por las renuncias de tres personajes públicos que se vieron obligados a retirarse de la picota pública.
Da miedo entonces el poder de los medios de comunicación, sobre todo cuando la ética desdibuja la delgada línea entre lo que es noticia y lo que no dejaría de ser un chisme. Da miedo pensar que existan informaciones que en lugar de ser resguardadas por los entes de control y justicia, sean reveladas por una emisora o un canal, sin filtro de ninguna clase a un pueblo ávido de noticias, aun de las más inquietantes. Y cada semana surge un nuevo ítem para sumarse al escándalo. Cada semana hay otra revelación, otra circunstancia, un nuevo tema como el de las almendras de la Presidencia que estará otros siete días en boca de todo mundo hasta que surja el nuevo eje informativo. En ese sentido el periodismo investigativo se convierte en una complicada actividad, mientras procura informar sin ir a caer en el amarillismo. La credibilidad que da un canal o un periodista es la que lleva a que los espectadores creamos a pie juntillas lo que nos presentan, muchas veces poniendo en tela de juicio nuestra propia intelectualidad. En Historias de Ultratumba de Discovery Channel por ejemplo, desde el punto de vista investigativo presentan las más espantosas historias de fantasmas con testimonios y recreaciones, lo hacen de una manera tan convincente que hasta el más escéptico termina por cuestionarse el porqué un canal tan prestigioso puede invertir tanto dinero y esfuerzo en ese tipo de programas, la respuesta es obvia: el rating.
Los canales más importantes de nuestro país han aprendido la lección: si se quiere mantener una audiencia cautiva, sea el tema que sea, debe hacerse con profesionalismo y objetividad. De ahí el éxito de los formatos dominicales Cuatro caminos de RCN y Séptimo día de Caracol, dos programas que refuerzan la parte investigativa logrando excelentes productos para muy variados televidentes. Ahora, cuando se han metido en el tema paranormal es cuando mayor audiencia generan. Sus historias de fantasmas, sea lo que pretendan, logran hacer que la recordación de los mismos y la expectativa por una nueva entrega los tengan siempre vigentes. Y en un país donde la maldad es cotidiana, y el chisme y el sensacionalismo se hacen tan importantes es hasta saludable salirse un poco de ese contexto del que hablaba al principio y tener historias sobre ángeles, cielos, infiernos, fantasmas y hechizos. Eso de pronto le deje a los espectadores algo diferente en que pensar y, como muchas veces lo he hablado, es mucho más aterrador que un espíritu vagando en la penumbra de la noche, un alto funcionario del gobierno usando su burocracia para hacer el mal. Yo sé que me entienden, luego le pueden echar la culpa al mismísimo diablo.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015