Zapping

@leonardopineda

Otro suceso increíble llenó las pantallas de nuestros televisores el fin de semana pasado: la horrible matanza que se llevó a cabo en la discoteca Pulse en Orlando (Florida) nos deja abrumados, un acto tan demencial causado por un único individuo, nos lleva a pensar en lo mal que está la sociedad que genera este tipo de crímenes. Por más que se le busque una explicación lógica a los acontecimientos, para mí simplemente no la tiene. No es lógico matar, no es lógico odiar, no es lógico que se le arrebate la vida a decenas de personas que estaban en el lugar y en el momento equivocados y tuvieron el infortunio de atravesarse con un loco como Omar Mateen, quien no encontró una mejor forma de acabar con sus demonios internos.

Pero ya fuera de ese análisis, siendo esta una columna de crítica televisiva, vuelvo a algo que ya había mencionado cuando el incidente del Bronx y es el papel de los noticieros en cuanto a la trasmisión de la noticia, a veces acertada y otras veces no. Muy a mi pesar tuve que comparar que los canales nacionales no han desarrollado con sensatez el desarrollo de esta noticia y antes bien se han dedicado a repetir hasta el cansancio la misma nota durante la semana.

Entiendo que el mismo día deban repetir la noticia con los mismos apoyos visuales, pero ya es el colmo que durante tres días repitan la nota exactamente igual, y antes bien, prometiendo unas nuevas informaciones que nunca llegan. Esa falta de respeto a la inteligencia del espectador se hace más evidente cuando ni siquiera tienen la delicadeza de darle el crédito a otros medios y pasan las notas como propias. ¿Hasta dónde puede llegar la falta de profesionalismo a la hora de brindar información? Entonces se pregunta uno para qué mandan reporteros al lugar de las noticias si lo que a continuación sigue es la fusilada de los reportes de CNN. La visión de cada informativo debe ser individual y de manera objetiva ofrecer un punto de vista que permita el análisis propio, sin necesidad de sentirse sesgado por lo que hagan otros medios de comunicación. Más allá de eso lo más importante es que se tenga información de primera mano pero con una adecuada utilización de los recursos de cada uno de los canales.

Seguiremos entonces pendientes de lo que pasa con este acto que a mi modo de ver poco tiene de terrorista y que considero será develado como un crimen de odio, de esos a los que estamos enfrentándonos de manera permanente en mayor o menor escala. La campaña no debe perderse en la euforia de otros sucesos como la alegría de los partidos de fútbol, esto va más allá y lo peor es ver cantidades de personas hablando de que matar homosexuales debe considerarse un deporte o un acto de limpieza, ese uso de las redes para manifestar esa rabia evidente de todos los homofóbicos solo determina ese temor terrible que tienen los mismos para aceptar una condición interna que se han negado a develar. Bienvenidos al dialogo y a la reflexión, ¡Menos odio y más amor!