Orlando Giraldo dedicó su vida a la abogacía y al ejercicio de la función pública y mantuvo una columna durante años en LA PATRIA. Al término de suejercicio laboral se dedicó a una oculta pasión: la historia. De esa vocación, a la que por fin puede dedicarle el tiempo que requiere el rigor histórico, surge Raíces de la Independencia.

Es una compilación de momentos clave de la historia preindependentista de nuestro país y del continente. Escrito sin pretensiones literarias, sino con un esfuerzo por respetar las fuentes y por interpretar los momentos, el texto incluye las resistencias indígenas y llega a hacer un comparativo sobre lo que sucedía en la España peninsular y en la España americana, que era mirada con desdén y como una hija bastarda de la corona.

Giraldo entra en el grupo de investigadores que se han empeñado en rescatar una interpretación de la Independencia de los países americanos en una suerte de hechos conectados y no aislados, como por tantos años se enseñó. Dedica especial atención a la revuelta comunera y a la traición que vivieron sus impulsores, principalmente José Antonio Galán, y da pistas clave sobre cómo ese movimiento tuvo poco de espontáneo y en cambio estuvo conectado con la resistencia de Tupac Amarú en Perú y con personalidades santafereñas, que veían la oportunidad de acabar con el maltrato y la discriminación.

El autor es crítico de que tantas vidas sacrificadas solo sirvieran para cambiar el yugo amparado en el rey, por el impuesto por las clases dominantes, que no solo mantuvieron sus privilegios, sino que los extendieron con el mayor perjuicio para los indígenas y negros, así como para clases menos favorecidas como campesinos o artesanos. Ese aprovechamiento irregular de la riqueza es el nicho de la guerra eterna de nuestro país.

Raíces de la Independencia se lee como un texto enciclopédico, no busca imponer tesis, así se atreva por algunas páginas a hacer interpretaciones o se le escape algún comentario con humor negro: "logró lo que ahora llaman alianzas estratégicas con los dos matrimonios de su hija Jerónima".

Claro que dedica una buena cantidad de páginas a la Independencia, como resultado de un proceso iniciado desde años atrás cuando la corrupción ya había llegado a niveles de descaro y la mano dura no tenía contención.

Por momentos los textos parecen desconectarse, lo que se puede explicar por la cantidad de información recabada. Se lamentan algunos errores tipográficosy en uno que otro párrafo la redacción no fluye, pero son detalles que no afectan el fondo. Lo he visto exhibido ya en un par de librerías en Manizales. Ojalá sea leído y se aprenda más sobre los orígenes de la República para entender por qué desde el "Nuevo Reino de Granada no era un territorio de paz". Es una buena introducción para quienes quieran conocer más de los orígenes de la República y de la resistencia de los americanos, especialmente neogranadinos.