El auge del café especial ha desarrollado un interés creciente por su comercialización mediante subastas presenciales y electrónicas. La primera subasta se realizó en Brasil en 1999 bajo el auspicio del Proyecto Café Gourmet de la OIC en cooperación con la Asociación Brasilera de Cafés Especiales y colaboración de la SCAA (Asociación Americana de Cafés Especiales). En los años posteriores se fueron extendiendo a muchos países productores mediante el programa de "Taza de la Excelencia" que funcionó en Colombia hasta el 2015. 
Esta estrategia presenta lotes de café, de orígenes potenciales o reconocidos, al escrutinio de un grupo de catadores estandarizados bajo normas internacionales, para identificar lotes de calidad excepcional que son ofertados a clientes invitados. El mecanismo ha permitido la colocación de café de altísima calidad a precios que eran reservados para los Blue Montain de Jamaica, Kona de Hawai o Geishas de Panamá o Etiopía. Las subastas han favorecido el comercio directo entre productores y compradores mejorando el ingreso, compensando mejor su esfuerzo en calidad y permitiendo a tostadores pequeños y medianos acceder a cafés exclusivos o exóticos que no encuentran fácilmente en los mercados mayoristas.
Por otro lado, la subasta estimula que países productores inviertan más en educación, calidad, sostenibilidad y promoción del comercio directo. Internacionalmente no existe ningún otro mecanismo que haga llegar tantos recursos financieros a productores, los saque del anonimato, y permita determinar quiénes son los mejores en alta calidad. Estos caficultores son visitados por los clientes, quienes los conocen, retroalimentan acerca de sus necesidades y compran de nuevo su café.
En muchos países existen subastas organizadas por gobiernos, asociaciones, empresas privadas o cooperativas, y aunque solo una pequeña fracción de la producción se vende por ahí, es un mecanismo muy efectivo para vender cafés de especialidad por fuera de bolsa, obteniendo mejores precios. El café no subastado, también de alta calidad, se oferta por canales de comercio directo que también reconocen precios importantes. En Colombia, Huila y Cauca han sido pioneros en la organización de eventos de este tipo, promovidos por empresas privadas de la mano con gobiernos e institucionalidad. La semana anterior se llevó a cabo dicha subasta, y la gestión del doctor Angelo Quintero, secretario de Agricultura de la Gobernación, permitió que Caldas fuera invitado especial. 
En un trabajo conjunto de Gobernación, Cooperativa de Caficultores de Manizales y productores de café especial, se hizo un acopio inicial de 16 muestras del departamento, de las cuales fueron preseleccionadas tres y enviadas a Pitalito. Allí después de competir con más de 600 lotes, los nuestros originarios de Neira y San Daniel, quedaron entre los 15 primeros y se subastaron a 3,60, 4,60 y 7,10 dólares por libra. Esta experiencia, que se realizará el año entrante en Manizales, debe servir para convencernos de que tenemos café con calidad suficiente para convocar y atender una subasta, que debemos capacitarnos para obtener calidad consistente y aumentar la oferta exportable, que este año debe ser el punto de quiebre que cambie la historia de los cafés especiales en Caldas, y aprovechando el apoyo institucional y gubernamental los productores accedamos a mercados de alto valor.
Empieza una nueva dirección del Comité Departamental de Cafeteros y uno de los objetivos es recuperar el área de cultivo que se ha perdido en Caldas. Su restitución se puede enfocar hacia zonas altas de la cordillera con inmenso potencial, donde los propietarios son en su mayoría pequeños a quienes podemos volver productores de café de alta calidad, con una estrategia de educación, asistencia técnica y comercialización diferenciada. Solo con convicción y persistencia de todos los involucrados, apartándonos de nuestra cultura inmediatista, podremos hacer que nuestra realidad vaya cambiando.