Nunca debemos olvidar aquella máxima que dice que “La soberanía de los pueblos estriba en sus costumbres y tradiciones”, por lo que resulta verdaderamente triste ver como muchos jóvenes, al no conocerla, acaban vendiendo sus conciencias y con ello traicionando sus raíces históricas y culturales, así como también atacando la soberanía de la patria a la que, por efectos del “lus soli”, pertenecen. Para mí es claro que esas personas con seguridad no realizan, ni entienden, ni comprenden, ni saben que lo que hacen es ejecutar una actividad mercenaria, por lo tanto vil y baja, al actuar bajo órdenes pagadas por entidades extranjeras que los conminan a asaltar una actividad lícita, encarnada en la vida de los colombianos, como es la tauromaquia. 
Adicionalmente estoy casi seguro que quienes se lucran con los dineros que para las campañas antitaurinas destinan entidades como la holandesa CAS International, la gringa HSI o las WSPAC y la LACS británicas son los directivos de las entidades dizque “animalistas” que hay en el país. Los demás, o sea la carne de cañón, los jóvenes que mandan estos “jefes” a cometer tropelías, a agredir, a insultar y a ofender a la gente de bien, lo único que obtienen es el no muy noble calificativo de idiotas útiles. 
Y para tu información, mi querido Juan José, te cuento que según estudios realizados por un periodista español que tuvo acceso a la Memoria Financiera del año 2013 de la CAS, encontró que habían dedicado doscientos veintiocho mil euros para pagar a los autoproclamados, por interés, antitaurinos, lo que haciendo una proyección indica que en los últimos cinco años han dedicado algo así como un millón de euros para “aceitar” el tema. Y esto es solo la CAS! ¡Y otro datito que quizá percibiste: ninguno de los financiadores pertenece a un país taurino!!! 

Recibe un abrazo de tu amigo. El Fraile
Añadido: Para darle un poco de variedad a estas cartas, hoy se me ha ocurrido hacer una enumeración de algunas de las características que confirman la condición de un país como subdesarrollado. ¿Será que Colombia posee algunas… o todas? La respuesta la tienes tú. 
Inicio con: Conducir por la izquierda y rebasar por la derecha. Aceptar como parte del paisaje los “jeeps” cargados de racimos… humanos. Tener dentro de su parque automotor un gran número de flotas y “buses escalera” decorados con más luces e imágenes que pesebre de centro comercial. Confirmar el hecho que agentes y autoridades de tránsito ignoran las normas sobre la materia. Verse diariamente enfrentado, en calles y carreteras, a un enjambre de motocicletas. Llamar autopista a unas vías inconclusas que en buena parte de su recorrido poseen únicamente una calzada de doble vía. Aplaudir cuando el avión aterriza. No reaccionar ante los constantes abusos de poder que contra los ciudadanos se cometen a diario, o sea, como decía mi Padre: “dejarse capar parado”. Llamar “mermelada” al soborno y aceptar que este haga parte de la vida nacional. Solo respetar las filas cuando se está en el extranjero. Aceptar el tener que vivir con menos de lo necesario a sabiendas que otros, impunemente, atesoran dineros mal habidos. No profesar ningún respeto por las instituciones. Votar masivamente por personajes con cuestionamientos éticos, legales y/o sociales vigentes. Tener partidos políticos que avalan aspiraciones de todo tipo a personajes gravemente cuestionados. Despreciar la clase política pero seguir tolerándola y “lambiéndole”. Aceptar la corrupción como camino para la obtención de todo tipo de logros. No realizar que se pertenece a un conglomerado que vive de las muchas explicaciones y de las pocas ideas. Vivir en una sociedad que nunca se responsabiliza de sus errores. Salir de vespertina y taparse nariz y boca con un pañuelo. Convivir con la mendicidad callejera. Aceptar y compartir el criterio de los comunicadores que priorizan lo malo y dejan de lado las noticias buenas, con el argumento que el amarillismo es “lo que vende”. Dejar llegar los problemas hasta estados en que resolverlos se vuelve casi imposible. Verbigracia la violencia, el narcotráfico, la corrupción etc. Y muchos más que otro día registraré.