¿Cómo afrontar la situación hostil que augura la creciente expansión de la enfermedad mental?
Dirijamos la mirada hacia aquellos que han logrado transformar el paisaje desolador en uno nuevo, con zonas libres de contaminación psicoemocional.
Traemos el caso de Rigoberta Menchú, poetisa maya-quiché de Guatemala y Premio Nobel de la Paz. Su infancia y juventud estuvieron marcadas por el sufrimiento, la pobreza, la discriminación racial y la violencia. Durante la guerra civil de su país vio morir a su padre, a su madre y a sus hermanos, asesinados por las fuerzas de la represión política. Debió huir a México para salvar la vida. No se conformó con sobrevivir, superando el duelo, el destierro, la pobreza y la desesperación, se convirtió en una abanderada dirigente de los movimientos en defensa de los Derechos Humanos. Pese a los factores de riesgo y adversidades que marcaron etapas de su vida, Rigoberta logró transformarse en una admirable líder internacional.
Ejemplos como éste ilustran acerca de lo que hemos venido mencionando como resiliencia. Generalmente, cada ser humano nace con la capacidad innata de esta, entendida como la habilidad, de volver dentro de sí mismo para encontrar las fortalezas y estrategias que permitan resistir las situaciones adversas que han dejado heridas, a fin de superarlas, triunfar y desarrollarse de manera socialmente aceptable.
¿Por qué no funciona esta capacidad en muchas personas? Porque son necesarias unas condiciones mínimas que la soporten desde la temprana infancia.
Grotberg, investigador sobre las actitudes que favorecen el proceso de recuperación ante la adversidad, encontró que el niño necesita personas que lo amen incondicionalmente y le proporcionen límites claros para evitar peligros y problemas; le muestren con el ejemplo un modelo de comportamiento a seguir, lo escuchen, lo orienten ante la dificultad y fortalezcan así, su entorno socioemocional.
Los vínculos emocionales sanos, invitan a dar un paso hacia adelante en la vida, imprimiendo en el cerebro la ruta de un “puerto seguro”, que inicialmente, es reconocido en un nivel externo (padres, cuidadores o personas significativas y amorosas), para luego integrar dicho puerto de seguridad dentro de sí mismos. Ésta es la libertad que nada ni nadie podría arrebatar su ser, a pesar de las circunstancias. Próximamente, retomaremos este importante tema.
smaya@umanizales.edu.co
Psiquiatra psicoterapeuta infantil y de familia
Docente Universidad de Manizales
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015