Elizabeth Ortiz Palacios * saludablearas@yahoo.com.co

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los insectos son nutritivos y aportan alrededor de la mitad de su peso en proteínas. Estas son de alto valor biológico, con diferencias en las especies y el ciclo vital, es decir, que es distinto en pulpas, larvas, huevos, etc. También son una fuente rica en ácidos grasos no saturados y previenen el alto nivel de colesterol por las vitaminas y minerales que poseen.

La entidad contempla los insectos como una alternativa útil en la dieta y como una producción alternativa bastante sostenible y sencilla que permite -con poco gasto- un impacto ambiental muy inferior al de la carne y el pescado.

El tema es muy atractivo para la industria, puesto que sería ahorraría en la producción de alimentos en zonas desfavorecidas. Sin embargo, factores como la facilidad, la economía, la sostenibilidad y el valor nutritivo no lo son todo. La cultura juega en contra.

Los insectos son tradicionales en algunos países y hasta son considerados un manjar. En otros, en tanto, no son bienvenidos a la mesa, por ser relacionados con la suciedad, la transmisión de enfermedades y las picaduras. Se les repudia y se siente asco al pensar en su preparación.

En la actualidad pocos conocen que consumen insectos en algunos alimentos y productos. La situación más común se da con el colorante rojo o E 120, que se halla de forma habitual en lácteos y dulces procesados con sabor a fresa. También está en labiales y otros cosméticos y se extrae de la llamado cochinilla.

En el mundo se consideran comestibles más de mil 500 especies de insectos. La hormiga culona, por ejemplo, es única por su sabor agrio y debe su nombre a lo enorme de su trasero, parte donde guarda sus huevos.

Son muy populares en Santander en los valles de San Gil, Curití, Villanueva, Barichara y Guané; y se ven en gran cantidad a finales de marzo o abril. Hay que tener cuidado de los machos, por la picadura que dan. Pese a ello, la ingesta de este animal es una tradición que ya llegó a las mesas de Portugal, Alemania, Inglaterra, Estados Unidos y Canadá.

* Nutricionista y dietista clínica de la Universidad Nacional de Colombia. Educadora acreditada en diabetes.