Sondeos recientes ubican a Manizales como una de las mejores ciudades del país. Según la red Cómo Vamos, la capital de Caldas es la segunda en calidad de vida a nivel nacional y el alcalde ha sido designado como el segundo mejor de Colombia, de acuerdo al estudio de CM& y el Centro Nacional de Consultoría. Así las cosas, pareciera que por nuestras calles corrieran ríos de leche y miel, y que quienes señalan que las cosas no andan bien en la ciudad, estuvieran pidiendo cambios en el paraíso.

La encuesta Manizales Cómo Vamos 2014 está basada en la percepción ciudadana, factor que no refleja por sí solo la realidad de la ciudad sino que puede manifestar deseos, anhelos o las opiniones de los individuos en un momento concreto de su vida. En todo caso, la opinión es un factor de suma importancia a la hora de medir el grado de satisfacción de las personas con aspectos primordiales de su vida y de la ciudad.

De entrada, Manizales Cómo Vamos presenta una contradicción profunda: a pesar de la valoración negativa de los manizaleños sobre aspectos centrales como la desigualdad, el empleo, la creación de empresa, la educación y la salud, el estudio concluye que existe una buena percepción general sobre la ciudad. Pese a que solo el 15% de los jefes de hogar realizaron estudios universitarios, que 1 de cada 2 manizaleños consideran que es muy desigual el acceso a educación de calidad y que el 56% de las personas estiman que es muy difícil acceder a buenos servicios de salud, estos dos aspectos son catalogados como satisfactorios dentro del sondeo.

Por otro lado, solo el 10% de los encuestados considera que es fácil encontrar trabajo, el 57% piensa que es complicado acceder a empleo bien remunerado y el 51% expresa que es difícil crear empresa en la ciudad, principalmente debido a la falta de apoyo del gobierno; claramente, la opinión de los habitantes de Manizales contrasta con la del Banco Mundial, el cual de acuerdo a su sondeo Doing Bussines, señala que esta es la mejor ciudad en el país para hacer negocios. Tampoco queda claro de dónde se concluye que la imagen del alcalde es buena, teniendo en cuenta que el 74% de las personas considera que los niveles de corrupción siguen igual o han aumentado y que solo el 41% de manizaleños consideran que ha habido una buena gestión en la alcaldía en el último año.

De acuerdo con las cifras otorgadas por la encuesta, es claro que el balance positivo que se ha hecho sobre Manizales en las últimas semanas es altamente debatible. El grueso de la insatisfacción ciudadana tiene que ver con las políticas nacionales en materia de salud, educación y empleo, a las que los gobernantes locales nunca se han opuesto y por el contrario, han aplicado al pie de la letra.

La solución para resolver el malestar ciudadano no reside en realizar encuestas que embellezcan la realidad, ni en continuar con el actual modelo de ciudad, cimentado en la desindustrialización, el desamparo al agro, la apertura indiscriminada a multinacionales del comercio y el empleo de mala calidad de los call center. La alternativa para Manizales se encuentra en recuperar un sueño de ciudad que permita construir no solo un "buen vividero" para algunos, sino un territorio en el que todos los habitantes puedan vivir con dignidad.