LA PATRIA | MANIZALES
Primer paso: presentarse a su compañero del lado. Segundo: preguntarse, entre sí, por sus expectativas. Tercero: cada pareja debió hacer una intervención pública sobre lo aprendido. Esta dinámica se dio el pasado miércoles en el colegio San Luis Gonzaga, en desarrollo de la Semana por la Paz.
Cerca de 360 personas, entre estudiantes y profesores, asistieron a la cita que permitió confrontar las opiniones sobre el papel que juegan los adolescentes en la búsqueda de la paz. "Para llegar aquí debí hacer un ensayo sobre el conflicto armado y las Farc y pienso que la guerrilla se equivoca si piensa que al ganar la guerra van a tener los mismos derechos en el Gobierno. Y el Estado se equivoca si piensa que la guerrilla va a cambiar", dijo Daniel, de Semenor, y quien participó desde la mesa denominada Construcción de paz desde la tierra.
En total fueron 10 mesas de discusión, en la que se habló sobre trabajo comunitario, reconocimiento de la diversidad, memoria, historia, colectividad... "aportes que le apuntaron a la paz, a la importancia de los valores, a la importancia de ser jóvenes", contó Andrés Felipe Marín, representante de la Institución Educativa Fe y Alegría y que actuó como moderador y organizador.
Mery Rodríguez, docente de la facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, de Bogotá, intervino en la apertura del encuentro con una reflexión sobre los jóvenes, como el presente del país.
- A los jóvenes se les dice todo el tiempo que son el futuro del país. ¿Cómo acabar con ese cliché?
Nosotros mismos tenemos que empezar a hacérselos creer y ellos tienen que empezar a actuar como si su vida y presente fueran hoy. Afirmarse en lo que son y lo que están construyendo. Parte de esto se hace en los colegios y nosotros como docentes debemos decirles que no vemos en ellos un futuro sino un cuerpo presente con una razón, sentimientos y capacidades.
No podemos decirles que construyan un país mejor en el futuro, si en su hoy no tienen claridad de lo que significa ser una persona productiva y con responsabilidades ciudadanas.
- ¿Cómo empoderarlos de esas responsabilidades ciudadanas?
La democracia y la ciudadanía no solo suceden en las instituciones públicas. La concepción errónea es que la democracia existe porque hay elecciones y como soy menor de edad, no voto. La ciudadanía y ser parte de una nación es un ejercicio de la cotidianidad. Servir es vivir de manera coherente con el otro, cuidar mi ciudad, mi entorno, comportarme bien. Un buen ciudadano es cuando se es buen hijo, hermano, compañero, estudiante. Como adultos debemos ampliarles a ellos ese espectro.
- Cómo pueden los jóvenes contribuir al tema de la paz, si muchos la ven allá, en La Habana.
Ellos no tienen que contribuir a la paz que se está desarrollando en La Habana. Lo que les corresponde es entender que cuando ese tratado de paz se firme y la gente se desmovilice es preguntarse cómo estoy preparado para recibirla. En La Habana no tenemos incidencia, la pregunta es qué va a pasar cuando eso esté acordado y las consecuencias lleguen acá: cuando haya desmovilización y reintegración. Empezando porque hay que dejar de usar etiquetas de desmovilizados, víctimas.
¿Cómo aportar a la paz?
Andrés Felipe Benavides, Leonardo Da Vinci
Con tolerancia.
Luisa Gutiérrez, Fe y Alegría (Pereira)
Fortaleciendo mis valores.
Eliana González, Marco Fidel Suárez
Trato de ser muy mediadora.
Daniel Gómez, Instituto Latinoamericano
Dialogando.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015