Iba caminando por los corredores de mi colegio Agustín Gemelli cuando de pronto me encontré con un “pequeño titulo”. Y como no es costumbre ver libros de forma itinerante en la institución decidí romper la rutina y acercarme al estante; pasé vagamente mis dedos sobre aquellas páginas desgastadas por el tiempo y supe que ese libro tenía más experiencia que yo. En su solo inicio, este párrafo me impactó:
“La lectura nos vuelve a todos peregrinos: nos aleja del hogar, pero lo más importante, nos da posada en todas partes…”, decía aquel fragmento.
… así, me fui sumergiendo en un pequeño mundo dentro del que vivo, pidiéndole posada a aquel pequeño pero gran libro del que disfruté unos pocos minutos.
La lectura nos transporta mágicamente a diversos lugares. Según nuestras preferencias podemos vivir en una novela, aventura, acción o para quienes buscan el amor, en una escena romántica.
Es por ello y miles de razones más que la lectura debería fomentarse más rigurosamente en los centros educativos para que nosotros los jóvenes crezcamos con cultura y con más conciencia de lo que nos rodea.
Como dice mi “pequeño titulo”: “el mejor regalo que se le puede dar a un niño es un libro. Es un juguete irrompible y que no requiere cambio de pilas…”
* Estudiante del colegio Agustín Gemelli de Manizales.
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