Laura Barrios Quintero
LA PATRIA | Manizales
Variables como la humedad, el humo, la temperatura y emisiones de gas propano, butano y dióxido de carbono en la atmósfera se detectan en el mapa con Airdronitor. Un pequeño dispositivo adaptado a un dron que mide la calidad del aire en tiempo real.
La idea nació para reducir los niveles de contaminación en las ciudades, desarrollada por Estefanía Giraldo, Estefanía Aguirre y Juan Pablo Loaiza, estudiantes de Administración de Sistemas Informáticos de la Universidad Nacional, sede Manizales.
Quien toma las decisiones es Galileo, una tarjeta desarrollada por Intel que se caracteriza por tener conexiones a internet, envíos de datos a través de Wifi y bluetooht. Cuenta con lector de tarjetas microSD que facilita su utilización en distintos proyectos. Esta tarjeta es el cerebro de Airdronitor: reúne la información, la procesa y la traduce a un lenguaje para el computador.
Los datos son enviados por dos sensores, uno de ellos mide el aire y la presencia de sustancias en él. El otro mide la temperatura y la humedad, variables que juntas, determinan otros tipos de contaminación. Al realizar las mediciones de partículas en el aire se configuran límites de acuerdo a lo que se considera según la legislación ambiental nacional: bueno, regular o malo. Luego se categorizan las zonas en verde, amarillo y rojo, este último indica alerta inmediata de contaminación.
Las alertas y la información del monitoreo pueden ser consultadas en tiempo real y con georeferenciación (localización precisa en un mapa) por los usuarios a través de una plataforma web o una aplicación móvil, que se encuentran en desarrollo.
Foto | Cortesía | LA PATRIA
El proyecto surgió inicialmente como un medidor de aire para hogares, el objetivo era monitorear escapes de gas, temperatura y presencia de humo, en esta fase participaron los estudiantes Laura Aristizábal (Universidad Autónoma), Yoiner Tabares (Universidad Tecnológica de Pereira), Estefanía Aguirre, Mateo Giraldo, Mateo Castro, Alejandro Delgadillo y Juan Pablo loaiza (Universidad Nacional, sede Manizales). Ganadores de la convocatoria ViveMakers_Co organizada por ViveLab e Intel.
Airdronitor está pensado para las industrias responsables de grandes emisiones de gases, quienes según su clasificación, deben tener un departamento de gestión ambiental. Según el Decreto 1299 de 2008, cada empresa es responsable de los niveles de contaminación que produzca y debe someterse a sanciones de las autoridades a cargo. En el departamento es Corpocaldas.
El monitoreo de Airdronitor sirve de ayuda a estas empresas para conocer sus niveles de contaminación e iniciar acciones de control y mitigación de daños.
“Si lo que se quiere es reducir la contaminación, es necesario tomar el punto de origen: las grandes industrias”, agrega Juan Pablo Loaiza.
Además, según explica Estefanía Giraldo, “Es posible que para las entidades encargadas de impartir las sanciones, el dispositivo también sea útil, pues en determinadas fechas podrían realizar visitas para medir niveles de contaminación y así controlar la emisión de gases”. Recordemos que Colombia se comprometió a reducir el 20% de estas emisiones para mitigar el cambio climático según lo pactado en el Acuerdo de París.
Costos
El desarrollo de Airdronitor cuesta aproximadamente 7 millones de pesos invertidos en el dron, el procesador, sensores, circuitos y resistencias.
Un dron debe ser operado por una persona capacitada. Por eso los costos de operación y mantenimiento tienen un estimado de 2 millones y medio mensuales.
El prototipo ganó en la categoría “Estudiantes” de la Hackadron de este año, en Bogotá, organizada por la Revista Enter.Co y la Aeronáutica Civil.
Miden la contaminación
La norma colombiana de calidad del aire adoptó los criterios de la norma federal de Estados Unidos y desde el 2011 estableció como niveles máximos admisibles de partículas PM10 en 50 para la exposición de largo plazo y 100 para la exposición diaria, mientras que para las partículas PM2,5 adoptó los topes de 25 y 50 partículas, respectivamente.
PM10 y PM2,5
Son sólidos, semisólidos que tienen un tamaño tan pequeño que se mide en micras. No caen al suelo, sino que quedan suspendidas en el aire y se pueden respirar.
En la Capital
Manizales y Bogotá presentan lo índices más bajos en calidad del aire. En el Distrito Capital cuentan con la Red de Monitoreo de Calidad del Aire, que permite recolectar información sobre la concentración de contaminantes y el comportamiento de las variables meteorológicas que regulan la distribución de los mismos en la atmósfera bogotana.
Sus creadores piensan entrar al mercado mediante la estrategia Test Drive, que consiste en realizar una prueba gratis a la empresa para que vea su utilidad.
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