Cristian Camilo Aguirre
LA PATRIA | Manizales
Las secuelas físicas y psicológicas en las víctimas del conflicto armado perduran, pero las marcas en la salud mental fue lo que motivó a ocho investigadores a profundizar más en este campo.
Ellos hacen parte del grupo de investigación en Neuroaprendizaje de la Universidad Autónoma de Manizales (UAM), quienes llevan casi un año tratando de conocer los cambios moleculares, sanguíneos, genéticos y electrofisiológicos que sufren las víctimas a causa del estrés postraumático.
El médico cirujano Jhonny Fernando García explica que la cantidad de víctimas del conflicto y su falta de atención desde la salud mental los impulsó a realizar el estudio. "Como no sabemos nada de la salud mental de las víctimas, eso ha provocado que no se hayan generado medidas de intervención apropiadas para mejorar su estilo de vida".
El médico agrega que las personas expuestas a un trauma, como presenciar un asesinato, haber sido secuestrado o sufrido violencia sexual, desarrollan estrés postraumático, que provoca cambios biológicos en el cuerpo y en el sistema nervioso, de ahí la importancia de identificar los marcadores biológicos generados por el conflicto y cómo se asocian a las alteraciones que existen en el sistema nervioso de las víctimas.
Resultados
Un año de investigación, sumado a pruebas sanguíneas en 18 personas (nueve víctimas y nueve no víctimas) y electrofisiológicas en toda la muestra, que fueron 40, han ayudado para llegar a resultados como la relación que hay entre trastornos psiquiátricos e inflamación entre la población de víctimas estudiadas. Indicadores de ansiedad y depresión también están presentes.
Kelly Johanna Cardona, ingeniera biomédica, añade que otro síntoma visto fue el incremento de sustancias en el cuerpo relacionadas con procesos inflamatorios: "Los niveles son más altos que en la población que no ha sufrido traumas, además hay incremento entre las víctimas de proteínas que se liberan en la sangre en situación de estrés".
La actividad cerebral también la analizaron. A través de estímulos relacionados con eventos violentos se vio cómo la respuesta cerebral es más exagerada en víctimas, lo que le sirvió al grupo para inferir que esos estímulos provocaron recuerdos del conflicto.
En curso
La investigación sigue su curso. Ahora se quieren centrar en el gen que transporta serotonina y que los investigadores relacionan con el trastorno. El grupo también busca los cambios genéticos que provoquen enfermedades, además de alteraciones epigenéticas, es decir modificaciones en el ADN provocadas por el ambiente.
Aplicación
Karol Dahiana Gallego, estudiante de Ingeniería Biomédica, indica que la investigación busca aportar a la atención de las víctimas. Agrega que su atención solo se ha centrado en lo monetario y lo psicosocial por parte del Sistema de Atención y Reparación Integral de Víctimas (SNARIV) y el Programa de Atención Psicosocial y Salud Integral a Víctimas (PAPSIVI), que funciona en Manizales desde hace dos meses. "Lo que queremos es mirar su evaluación desde un punto más genético. Al entender porque se dan las alteraciones podríamos tener una línea de base de estudio para que las víctimas sean mejor caracterizadas y atendidas", señala la joven.
Muestra
De momento se han analizado 40 personas. 20 de ellas son víctimas del conflicto, sin distinción del grupo armado (guerrilla o paramilitares). Se llegó a ellas a través de contactos con bases de datos y líderes sociales.
Proceso
Laura Jimena Castaño, ingeniera biomédica, dice que el grupo ha brindado apoyo a las víctimas, lo que les ha permitido una plena colaboración. "Ellos quieren entender por lo que pasan, por eso esta investigación tiene un impacto social significativo", asegura.
Respecto a posibles casos de revictimización, Jhonny Fernando García manifiesta que la investigación ha pasado por varios filtros, entre ellos un comité de bioética de la Universidad Autónoma, que sugirió recomendaciones para evitar respuestas exageradas o casos de revictimización. Se cuenta con un médico y un psicólogo que acompañan los procesos de recolección de muestras.
Integrantes
Fotos | Cortesía grupo de investigación en Neuroaprendizaje | LA PATRIA
- Laura Jimena Castaño, ingeniera biomédica e investigadora de Colciencias.
- Karol Dahiana Gallego, joven investigadora de Colciencias y estudiante de Ingeniería Biomédica.
- Jhonny Fernando García, médico cirujano y estudiante de doctorado en Ciencias Cognitivas.
- Kelly Johanna Cardona, ingeniera biomédica, magíster en bioinformática y biología computacional, docente e investigadora.
- Mary Orrego, líder del grupo de investigación. Doctora en bioquímica y biología molecular.
- Francia Restrepo, coordinadora del laboratorio de Fisiología
- Reinaldo Reyes, estudiante de Ingeniería biomédica.
- Paulo Andrés Santa, ingeniero biomédico y joven investigador de Colciencias.
- Yéssica Paola López y Jéssica Ximena Ríos, jóvenes investigadoras de Colciencias, también estuvieron vinculadas al grupo.
Participe
Si es víctima del conflicto armado y vive en Manizales o un municipio cercano puede participar en la investigación. Comuníquese al 8727272 extensión 134 o llame al 3207930690. También puede escribir al correo laura.castanol@autonoma.edu.co
Datos
- En Caldas hay 124 mil 732 víctimas registradas del conflicto.
- El oriente fue la zona más golpeada por el conflicto: Samaná, Pensilvania, Marquetalia, Norcasia, La Dorada, Victoria y Manzanares.
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