MARGARET SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Armar y probar. Las llantas no tienen suficiente agarre. Quitar una pieza, agregar otra y probar de nuevo. El movimiento mejora. Quitar una pieza, agregar otra y probar.
Entre ensayos y errores nació Astrobio, el prototipo de robot que construyó el semillero de Robótica y Electrónica de la Tecnoacademia del Sena en Caldas.
Es similar a Curiosity, la sonda de la NASA que está en Marte, pero hecho con piezas del kit de robótica de Lego y su misión es sacar muestras en un terreno que se parece el planeta rojo: el Volcán Nevado del Ruiz.
Su nombre es en honor al III Congreso Internacional de Astrobiología que se realizó el mes pasado en la capital de Caldas. El 21 de octubre el robot salió del colegio Inem y exploró durante 30 minutos el Valle de las Tumbas, a 4.450 metros de altura. En sus llantas aún hay rastros de arena y ceniza volcánica.
“Carlos Arturo Granada, director regional del Instituto de Astrobiología, nos visitó y nos preguntó que si podíamos hacer un robot que explorara ambientes extremos y tomara muestras líquidas. Lo construimos en tiempo récord, un mes”, explica el ingeniero electrónico Jhon Jairo Martínez Puerta, líder de la línea de robótica de la Tecnoacademia, conocido como Máster, por su maestría en Mecatrónica.
Él y cinco estudiantes del Tecnológico, del San Pío X, La ENAE y el Santo Domingo Savio se las ingeniaron para crear Astrobio, y ahora le hacen mejoras en la velocidad de la sonda, las llantas, los movimientos y los sensores para continuar con la investigación para demostrar si el Ruiz es un análogo de Marte, es decir, si comparte características con ese planeta.
Pase el cursor por la imagen y conozca las características de Astrobio
Mejoras
Jhon Jairo Martínez Puerta indica que quieren instalarle sensores de medición de movimiento, de temperatura, de Ph y gases, para que Astrobio tenga más autonomía en el terreno a explorar.
Agrega que esperan seguir trabajando con el Instituto de Astrobiología, planean una simulación de un ambiente extremo con la línea de biotecnología industrial, como una atmósfera con un nivel de acidez alto, que no es fácil de encontrar, y analizar cómo se desarrollan las bacterias.
Otros proyectos
Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA
En la línea de robótica y electrónica de la Tecnoacademia trabajan desde el año pasado en un prototipo de vehículo a pequeña escala impulsado por hidrógeno. Este lo expusieron el año pasado en el Congreso de Ingeniería Física de la Universidad Nacional, en Bogotá, y en el Congreso Internacional de Energías Renovables en Rioacha (La Guajira), al que esperan regresar la próxima semana, si el Sena les ayuda con presupuesto.
Enganchado
Desde hace cinco meses Santiago González Castaño, de 14 años, visita de lunes a viernes, excepto los jueves, la Tecnoacademia. Llega al mediodía del colegio, almuerza, se cambia de ropa y sale desde Mateguadua, en la vía a Neira, hasta el colegio Inem. Se convirtió en monitor del Máster, lo ayuda a desarmar y armar robots. Santiago habla con propiedad sobre sensores, bloques programables y circuitos. “Antes no sabía nada de robótica y ahora es lo que más me atrae. Me gusta porque puedo experimentar, mirar qué se puede crear y ser innovador”, comenta.
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