Silvana Torres
LA PATRIA | Cereza
Este mes fue el día de la mujer y felicitarnos por el acontecimiento histórico de liberación, era necesario. Sin embargo, tomé la decisión de escribirles hoy y no el ocho de marzo, por una simple razón: no era suficiente decirles “feliz día” cuando lo que de verdad quería y quiero decirles es “que poderosas son”.
Porque sí, las mujeres tenemos superpoderes. Somos talentosas en cualquier cosa que emprendemos, podemos amar con todo lo que somos y entregar la vida, en una relación, en un trabajo, en un proyecto y en cualquier cosa, si esa cosa es el porqué del latir de nuestro corazón. Somos capaces de salir adelante después de cualquier situación dolorosa y mejor aún, la convertimos en el motivo, en la fortaleza, en las ganas de lograr un poco más.
Tras generaciones hemos demostrado que ser las del género de naturaleza dulce y delicada no significa que no tengamos fuerte de alma. Tenemos superpoderes inigualables, unas son guerreras con capa y espada, otras somos magas con barita y canas. Pero el poder más grande que habita en nuestra feminidad es la intuición, que no tiene nadie más.
Y entre mayor es la conexión con nuestra esencia, mayor es la cercanía de nuestras predicciones. En el pasado, muchas de nosotras fuimos quemadas vivas porque pensaron que toda esta magia (que aún tenemos) era cuestión de brujerías. No señores, venimos así y no precisamente en una edición limitada.
Escuchar el corazón las llevará a dónde quieran llegar, les evitará un largo tramo de aprendizajes y las acercará siempre a la verdad. Y como consejo de amiga, parcera, casi hermana: la película de un hombre es la intuición de una mujer.
No se eviten, convérsense, tal vez ni se conocen bien ni saben cuál es su poder. Regalense tiempo para entender que estar con uno, no significa estar solo o dedicarse a hacer yoga, uno puede descubrirse en medio de gente nueva, de ambientes que reinventan. Y pongan en altavoz sus sentidos cada vez que tengan vacío en el pecho, revoltijo en el estómago o cuando simplemente, algo no les cuadre del todo. Todas las respuestas que buscan, siempre han estado ahí.
Mujeres superpoderosas, es este el mensaje que quiero darles... Porque lo que le ocurrió al profesor Utonio en Las Chicas Superpoderosas, le ocurrió a Dios al crearnos a nosotras. En busca de la niñita perfecta mezclo azúcar, flores y muchos colores, pero accidentalmente agregó la Sustancia X; que en el mundo real podría ser, básicamente, la fortaleza, la valentía, la intuición y las ganas de no parar en vida. Somos superpoderosas, pues nuestra “Sustancia X” somos nosotras mismas.
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