Silvana Torres
LA PATRIA | Cereza
Sí, como leyeron, los hombres también florecen; y para hacerlo necesitan de nosotras.
Hace muy poco lo comprendí por completo y por eso quiero que esta sea una razón para que recordemos que el amor que habita en la feminidad es la respuesta ante ellos y ante todo en nuestras vidas.
Quiero aclarar que escribir sobre esto no significa que tenga un hombre o una relación perfecta, al contrario, en mi aprendizaje personal he entendido que eso no existe, por una razón: sería demasiado aburrido; y porque después de intentarlo todo, lo que ha funcionado es lo que he hecho desde el corazón.
Hemos hablado tanto del femenino, que se nos ha olvidado por completo que son dos las partes que componen un todo: también hay masculino. Hombres que crecen, que trascienden y que aunque no lo digan, necesitan de nosotras para también florecer. (Entendiéndose “florecer” como un renacer que ambos están llamados a hacer).
Lo hacen cuando son tratados con amor, cuando encuentran en ti un refugio, cuando sienten que tú no eres solo una compañía, sino también un hogar.
Cuando al llegar a ti encuentran ese abrazo que acoge todas sus preocupaciones y celebra todos sus triunfos.
Nunca te lo han dicho porque su naturaleza no se los permite, pero les genera mucha inspiración recibir un cumplido que potencialice sus virtudes. Tan fácil como decir: “estoy muy orgullosa de ti”.
Los hacen cuando hay un mensaje de confianza detrás. Cuando estás tú impulsandolo a ser mejor, motivándolo a cumplir sus sueños, recordándole que nunca es hora de rendirse, porque pase lo que pase, tú estarás ahí.
Lo hacen cuando saben que no están solos, porque aunque no vean el camino, saben que su compañera lo encontrará con él.
Lo hacen cuando cumplen su rol protector, cuando abrazan y estás tú sintiendo que ese es tu lugar. Cuando hay alguien que lo interpreta, lo lee, lo entiende, sin necesidad tener que decir mucho.
¿A nosotras también nos gustaría? Claro, a qué ser humano no. Pero hay una diferencia importante, nosotras tenemos la capacidad de pedirlo, ellos nunca lo harán pero sí, sí lo necesitan.
Nos han enseñado que soltar es importante, porque cuando sueltas, fluyes... pero... estoy muy convencida de que vives con más intensidad cuando tienes un motivo. Y sostener, es tener un motivo. Es abrazar con todo el corazón aquello que te hace bien y meterlo en tu alma para que crezca contigo.
Conviértelo en tu motivo y vas a ver cómo también serás el de él.
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