DIEGO FERNANDO HIDALGO
LA PATRIA | MANIZALES
Colombia le apuesta a producir leche de alta calidad, tanto en composición como en inocuidad y sanidad para el consumo humano, pero desafortunadamente una enfermedad conocida como la mastitis impide lograr estos objetivos.
Esta abarca el 40% entre las principales enfermedades en los hatos lecheros.
Por ese motivo, el próximo jueves se realizará en Manizales un seminario de actualización sobre este tema, en el que participarán cinco expertos (ver recuadro).
Óscar Perea, director ejecutivo de la Asociación de Egresados de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Caldas, entregó algunos datos sobre esta enfermedad.
Es una de las enfermedades que mayores pérdidas económicas causa a los hatos lecheros, a los industriales de la leche y alteraciones en la salud humana, especialmente a la población infantil.
Existen dos formas: una subclínica, que no presenta síntomas, está latente en la vaca y se manifiesta por alteraciones en la calidad de la leche. La otra es la clínica, caracterizada por inflamación de la glándula mamaria, dolor, enrojecimiento y presentación de la leche en grumos, incluyendo algunas veces trazas de sangre, que puede llevar hasta la muerte de la vaca.
Hay causas externas como mal manejo, golpes, susceptibilidad de algunas razas, deficiente alimentación, ordeños antihigiénicos, establos y/o salas de ordeño con defectos en su construcción, y dificultades para su correcto aseo y desinfección.
Otras son las internas, donde ya entran a participar agentes bacterianos como Streptococo agalactiae, Staphylococcus aureus, Corynebacterium bovis, Mycoplasma bovis y Echerichas y otros.
Es importante destacar que en los estudios que se han realizado en los últimos años, la mastitis tiene una alta incidencia en la reproducción de los bovinos, afectando la concepción hasta en un 50%. 20 días antes del servicio afecta la fertilidad en un 36%. El ganadero debe prestarle mucha atención a la contaminación de terneras, pues se han reportado casos en los que en el primer parto llegan con problemas.
En las formas subclínica y clínica, las bacterias enunciadas tienen una alta participación y se radican en los establos durante mucho tiempo, cuando no se establecen estrictas normas de ordeño, aseo y manejo de animales.
En el caso concreto de Streptococo agalatiae, adaptando medidas tecnológicas en la higiene de la leche y la utilización de diferentes medicamentos, Canadá ha logrado bajar su incidencia de un 43% al 2%.
Se han llevado a cabo trabajos similares, concretamente en Antioquia, donde Manuel Jaramillo Vallejo, entre mayo de 2010 y octubre de 2011, realizó pruebas piloto de erradicación en dos hatos lecheros. Su trabajó se basó fundamentalmente en capacitación a los operarios, estrictas medidas de manejo y sanidad, y la utilización de diferentes medicamentos. Logró bajar de mil 600 a 200 el recuento de células somáticas, lo que permitió obtener bonificaciones por la calidad de la leche.
Este trabajo se debe realizar permanentemente en los hatos lecheros haciendo evaluaciones, trazando nuevos objetivos y elaborando planes de acción.
Los ganaderos que cumplen estos requisitos, que se basan en una administración efectiva cada día en el hato, reciben hoy precios muy superiores a los mínimos establecidos en los últimos decretos del Gobierno.
Por ejemplo, además del precio base por litro de leche, que es de $790, tiene derecho a las siguientes bonificaciones: hato libre de brucelosis y tuberculosis, $20 por litro; hato certificado con buenas prácticas ganaderas, $10 extras por litro. Algunas empresas bonifican los excedentes en sólidos y grasas.
Las principales recomendaciones están basadas en:
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