LA PATRIA | MANIZALES
La meta del ICA este año, entre muchas otras, es mantener la sanidad frutícola del país, en relación con las diferentes especies de moscas de la fruta. Los objetivos trazados son tres: mantener y afianzar las áreas libres y de baja prevalencia existentes, reforzar la vigilancia exótica de las especies de moscas que no están en el país y fortalecer el trabajo conjunto con los productores a través de programas de manejo integrado de las moscas de la fruta.
*Colombia cuenta con seis áreas declaradas como de baja prevalencia de moscas de la fruta en Antioquia, Córdoba, Cundinamarca, Eje Cafetero, Valle del Cauca y Boyacá (altiplano cundiboyacense). Así como área libre en La Guajira.
1. Estudio de factibilidad en las áreas declaradas como libres y de baja prevalencia de moscas de la fruta, con el fin de caracterizarlas y fundamentarlas para que sean un gran soporte en los procesos de negociación con otros países en la admisibilidad de frutas, cumpliendo con las normas internacionales que en materia fitosanitaria contemplan este tipo de declaratorias.
Según Emilio Arévalo, director técnico de vigilancia epidemiológica fitosanitaria, el ICA tiene previsto analizar si las zonas declaradas mantienen condiciones que beneficien a la fruticultura y evaluar cuáles se deben conservar y en dónde se deben reforzar acciones.
2. Como estrategia para no afectar la condición fitosanitaria de Colombia con relación a especies de moscas que no están presentes en el país, el ICA estructurará programas de supresión y erradicación para implementarlos en caso de presentarse brotes de moscas exóticas. La entidad ajusta el sistema de vigilancia de moscas de la fruta, cumpliendo con unas densidades de trampeo, según estándares internacionales.
3. Dentro de la vigilancia de moscas exóticas se incluyó el control a la mosca del mediterráneo (Ceratitis capitata), que aunque está en Colombia, aún no se presenta en todos los departamentos. El objetivo es evitar que se distribuya hacia zonas libres. Las acciones se focalizarán en Norte de Santander y Atlántico, en donde se han incrementado las poblaciones de esta especie.
En Norte de Santander afecta cultivos comerciales de durazno, situación que hace urgente la implementación de un programa de supresión, pues estos productos son comercializados en diferentes zonas del país
4. Reforzar labores en cultivos nacionales, capacitando a los productores en estrategias para el manejo de las moscas de la fruta en áreas amplias. El fin es conformar un equipo de trabajo para que los agricultores sean conscientes de llevar a cabo las mismas acciones, apliquen las estrategias de manejo definidas, logrando reducir considerablemente las poblaciones de moscas.
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