Liset Espinoza
LA PATRIA | Manizales
Blanca Trujillo es ama de casa y reside en La Pradera, Villamaría. Todas las mañanas se levanta a ayudar a asear a un adulto mayor de la familia. Sin embargo, desde el miércoles, su labor ha sido interrumpida. Las fuertes lluvias que se presentaron el pasado martes taponaron las bocatomas de Chupaderos y Chupaderitos por represamientos de árboles y piedras. Ella dice: “mi familiar esta enfermo, tengo que bañarlo, cambiarle el pañal y lavarle los tendidos de la cama. Nos toca recoger agua y no nos han dicho cuando vuelve”.
Según el ingeniero encargado de la oficina de Planeación y proyectos de la empresa de servicios públicos Aquamaná, Leonardo Montes, "los operarios no pudieron destapar las bocatomas, debido al incremento de las quebradas". Sin embargo, a las 9: 00 de la noche del martes se logró abrir la bocatoma de Chupaderitos para que los habitantes tuvieran el acceso al líquido. Con lo que no contaban los ciudadanos era que los daños persistirían, pues aunque el agua volvió a las residencias de la localidad a las 2:00 de la tarde del miércoles, un nuevo corte se generó tres horas después.
Hasta ayer los sectores de la zona centro y norte de Villamaría seguían sin el servicio. Ante esto, Gerardo Ramírez, gerente de Aquamaná, dijo: "se ha logrado despejar las bocatomas y se ha tenido fluido intermitente a raíz de que el agua llega con mucha turbiedad. Una vez que el líquido vuelva a su normalidad será enviado". Sostuvo que por ahora no han acudido a bomberos para hacer repartición de agua porque está, no se ha ido totalmente.
Intermitente
Amelia Valencia tiene su casa ubicada en el centro de Villamaría y ha tenido que ir al supermercado en busca del líquido para realizar las labores del hogar.
Las instituciones educativas también han sufrido con la situación. Por ejemplo el Instituto de Villamaría se vio en la obligación de cancelar la jornada escolar el día miércoles.
"El servicio lo restablecen en la noche, pero en las mañanas vuelven y lo suspenden", dijo Ana Milena, secretaria del colegio.
Por su parte, Rocío Galindo, funcionaria del Centro de Bienestar del Anciano, expresó: "nos llega escasa, pero limpia y con eso nos defendemos".
En el sector del Polideportivo, María Pachón no sufrió tanto por el corte, pues dice que gracias a que una de sus tías siempre tiene lleno el tanque del lavadero, pudieron pasar el resto del día sin ningún inconveniente.
Sin avisar

Luis Gonsaga Arango, habitante
Es mejor que falte la luz y no el agua. He tenido que ir a bomberos para que nos den.

Francisco Javier Álvarez, habitante
Nunca nos avisaron que quitarían el agua. Nos pudimos abastecer porque mi esposa tenía recogida en un ponchera.

Alejandra Flórez, empleada de la Cafetería la Francia
Acá siempre tenemos un depósito de agua para utilizarla en situaciones como está.
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