ÓSCAR VEIMAN MEJÍA Y CARLOS HERNÁNDEZ
LA PATRIA | MANIZALES
La vereda Cartagena, en Palestina, es una maravilla natural. Primero: está ubicada en el corazón cafetero de la región. Segundo: tiene un panorama ideal, pues desde allí se ven Santágueda, por un lado, y el Parque de los Nevados, por el otro. Tercero: está llena de posibilidades turísticas y económicas debido a su cercanía con Aerocafé y, sobre todo, por un proyecto de vía en doble calzada que permitiría ampliar la carretera que pasa por el centro del caserío, donde viven 200 personas.
En medio de esas opciones, sin embargo, también hay un mundo de inquietudes, sobre todo con la iniciativa vial, que incluirá el pago de valorización. Rocío Gutiérrez lleva cerca de 60 años viviendo en el lugar. Ella dice: “aquí hace como dos años nos presentaron una maqueta muy hermosa, con doble vía, puesticos de ventas, árboles y pasos para peatones, ciclistas y caballos. Eso está bien, nos preocupa es que no tenemos claro cómo será lo de la valorización y esperamos que el impuesto no se desborde”.
El proyecto corresponde al Circuito Centro-sur, contemplado en el Plan vial que se ejecuta en los municipios de Caldas desde la Gobernación de Mario Aristizábal. Los tramos de esta subregión están a cargo de la Administración Departamental, que ha reiterado que con o sin aeropuerto se deben construir unas vías y reparar otras.
Los habitantes de Cartagena dicen que los sábados y los domingos su carretera parece una autopista. “Todo el día bajan y suben carros, sobre todo de gente de Manizales que tiene fincas por aquí. Por ese lado está bien lo de la obra y por el desarrollo de la zona”, comenta Rocío.
También coinciden en que la situación económica de la zona no es la mejor, principalmente por la crisis del sector cafetero y por los daños del invierno causados a otros cultivos. Hoy hay más pobreza”, sentencian.
Clemencia, su hermana, recorre todas las veredas de Palestina en su labor como enfermera. “También nos han dicho que habría que tumbar unas casas, es decir, podría haber reubicación en varios sectores. Nos preocupa porque con el aeropuerto no se cumplió bien ese proceso y más bien terminó en un lío social”.
Doña Adalgiza y su hijo Andrés, en la misma vereda, también vieron la cartilla que los impactó por la belleza de la maqueta que describía las nuevas vías. Es más, reconocen el valor agregado que les podría dar el proyecto a las propiedades en la zona, pero igual les preocupan la valorización y el predial.
Los estudios
Las maquetas que ellos conocieron son producto de los estudios que la Gobernación contrató con la Universidad Nacional, trabajo muy detallado que concluyó que las obras que allí se planeaban costaban unos $240 mil millones.
Esto se conoció a comienzos del 2010, pero fue precisamente tras la inquietud que se generó entre los habitantes, que hoy, dos años después, las expectativas son diferentes, al menos a mediano plazo. Antonio Raad, integrante de la junta de propietarios elegida en diciembre de ese año, manifiesta que no vieron “prudente, real ni necesario contar con ciclorrutas, senderos para caballos y otros”.
Y es que la oportunidad de vivir y movilizarse en un contexto que varios han comparado con el de algunos lugares europeos ha reñido con las aparentes dificultades para conseguir los recursos necesarios (ver abajo Cuentas para la financiación).
Así, mientras la Gobernación deberá hacer una intensa gestión para asegurar fuentes de financiación, a los propietarios les preocupa, como lo decían más arriba, la situación económica. Rafael Jaramillo, representante de los dueños de predios, explica que “si se pone una contribución muy alta se afectarían los cafeteros, ganaderos y plataneros que no son muy tecnificados y por ello tienen costos de producción muy altos”.
De ahí que se hayan puesto en una posición crítica frente a los resultados de los estudios que ha adelantado la Compañía de Proyectos Técnicos (CPT), encargada de estudiar la prefactibilidad y la factibilidad del proyecto de valorización. En plata blanca, lo que hace esta empresa es un estudio socioeconómico para determinar qué tanta capacidad de pago tienen los propietarios. En la prefactibilidad la suma global ascendió a $128 mil millones.
La negociación
Cuando Rafael Jaramillo y otros integrantes de la junta de propietarios estudiaron en detalle la forma como CPT había trabajado constataron, como lo informó LA PATRIA en su momento, que había inconsistencias, por ejemplo, en la evaluación del uso del suelo, que los estimativos de productividad de café no correspondían a la realidad y desfases en los avalúos de la tierra.
Saben que es algo difícil, pues la subregión es muy diversa en cuanto al uso de la tierra y a la actividad económica, distinto a cuando se aplican los derrames en las ciudades. Jhon Ómar Candamil, también representante de los dueños, ilustra esto con una frase: “es que hay estratos pegados”.
Esa discusión se ha extendido hasta hoy, y la Gobernación los ha escuchado, aunque aún falta por socializar el estudio de factibilidad y determinar cuánto pagará cada propietario, un trabajo que le corresponde al Instituto de Valorización de Manizales (Invama).
El efecto de los diálogos se evidencia, por ejemplo, en que las impactantes obras planteadas en los diseños se desarrollarán por fases. Así, los seis tramos a los que se les apostará en una primera etapa cuestan cerca de $150 mil millones. Por ahora no se contemplará intervenir la carretera La Manuela-Palestina, que era de las más costosas ($57 mil millones).
Además, el propósito es que el recaudo por valorización sea de $20 mil millones, y no de $65 mil millones, como se llegó a plantear en un momento.
Pendientes
Aún se mantienen algunos puntos de discusión. Jaramillo y Raad consideran que solo las vías realmente nuevas deberían ser las financiadas mediante el derrame, y no las que serán reconstruidas, como Chinchiná-El Trébol. Ahí hay una diferencia con la administración, pues Carlos Eduardo Giraldo, asesor de la Secretaría de Infraestructura, considera que toda vía rehabilitada se considera una obra nueva. “A esas carreteras hay que hacerles filtros, cunetas y pavimento. Además estamos hablando de las vías que necesita esa región, y no solo de unas cuantas”, agrega.
Jaramillo argumenta que “por valorización es más presentable hacer obras nuevas de desarrollo como las dobles calzadas”.
Hay quienes, como el dirigente ganadero lo propuso en la mencionada carta, han planteado la posibilidad de que, aparte de la valorización, se busquen mecanismos como la concesión de algunas vías o la implementación de peajes de bajo costo. Son puntos que, según el funcionario de Infraestructura, no se han contemplado. “La concesión no suena fácil porque implicaría peajes y más estudios para ello. Y los peajes de bajo costo se suelen implementar para el mantenimiento de las vías, no para la construcción”.
La discusión se mantiene con un norte claro: la dinámica económica del Centro-sur, que en un futuro puede estar ligada al aeropuerto en Palestina, hace necesarias las vías como una base para el desarrollo. Lo que piden los propietarios, como lo planteaba doña Rocío, la habitante de la vereda Cartagena, es que el cobro se determine con responsabilidad y sea justo. Mientras eso sea así, dice Rafael Jaramillo, están dispuestos a pagar, pues al menos él lo ve como un voto de responsabilidad social.
Cuentas para la financiación
Las siguientes son las cuentas que hace la Gobernación para financiar los $150 mil millones de la primera etapa (datos entregados por Carlos Eduardo Giraldo, de la Secretaría de Infraestructura de Caldas):
$50 mil millones. Recursos propios de la Gobernación (ya están en ejecución por medio de los estudios y algunas obras).
$20 mil millones. Provienen de la Nación por la venta de las acciones de la Chec. Se distribuirán por mitades entre las dobles calzadas Tres Puertas Alto del Paisa y Chinchiná-Palestina.
$20 mil millones. Es el estimativo provisional que se tiene para recaudar por valorización durante cinco años.
$60 mil millones. Recursos cuya procedencia no está definida. Se contemplan como posibilidades las regalías, las vigencias futuras o más recursos de la Nación.
Los tramos
Tres Puertas - Alto del Paisa: $18 mil 600 millones.
Alto del Paisa – Arauca: $4 mil 500 millones.
La Parroquia – Cementerio: $11 mil 300 millones
Chinchiná – La Parroquia: $19 mil 200.
La Rochela - La Parroquia: $18 mil 600 millones.
Chinchiná – Curazao – El Trébol – Río San Francisco: $7 mil 700 millones.
Posición de alcaldes
Sobre el cobro de valorización por obras viales en el Centro-sur dos alcaldes opinaron lo siguiente:
Carlos Alberto Piedrahíta, alcalde de Palestina
Tengo claro que la valorización es algo que se debe pagar siempre y cuando sea justa y equitativa. Y que en todo caso no sean los $60 mil millones de los que se ha hablado. Esperamos decisiones concertadas.
Jaír Antonio Tabares, alcalde de Chinchiná
Estoy de acuerdo con el cobro siempre y cuando no sea exagerado. No estoy de acuerdo es que sean Chinchiná y Palestina los que tengan la carga, deben ser también otros municipios como Manizales que se favorecerán con las obras.
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