Tres venezolanos viven la crisis de su país desde Viterbo (Caldas)

FERNANDO GÓMEZ

LA PATRIA | VITERBO

"Nuestras familias sobreviven comiendo arroz con mantequilla, si es que los consiguen", dice con voz entrecortada uno de los tres venezolanos que llegaron a Colombia buscando oportunidades laborales.

Se expresan sin dejar en cada palabra sentimientos de tristeza, desazón, rabia e impotencia. Ven que ni ellos acá, ni sus familias en Venezuela pueden vencer el régimen en el que se ha convertido su país, casi en un abismo para la comunidad.

Wilmfiled Benavides, herrero de 25 años, del estado del Zulia; John Gutiérrez, enfermero de 23 años, nacido en el estado de Yaracuí, y Ánderson Rivero, del estado de Trujillo y con 37 años, también herrero, aprovecharon una oferta de trabajo temporal que se les presentó en Viterbo (Caldas).

Solo basta escuchar sus historias de supervivencia diaria en Venezuela para enterarse de la crisis en ese país. Allí es normal que después de hacer largas filas, con la esperanza de obtener alimentos, la frustración llegue cuando al culminarlas los distribuidores dan la mala noticia de que todo se terminó.

No dudan en aceptar que desde que empezó el modelo económico chavista las cosas empezaron a andar mal. "Solo viven bueno los de arriba y los militares, a quienes el gobierno les entrega todo. El pueblo no tiene nada", comenta uno de ellos, apuntando que en ocasiones no iba a su casa, porque sentía que era una boca más y prefería salir a la calle a trabajar y conseguir su propio alimento.

"Anduve tres meses consiguiendo un desodorante, y elementos de aseo, como el jabón, tuvieron que ser reinventados con tutoriales de Youtube para suplir estas necesidades. Los medicamentos son un tesoro", agrega otro de ellos.

Coinciden en que esta situación de unos 20 años solo terminará con un estallido social para acabar con el régimen y permitir que haya un nuevo país, y que esto no será solo con unas elecciones. A pesar de ello, dicen que extrañan su país y que sufren por cada uno de sus familiares. Confían en que el fin de "la dictadura" esté cerca para empezar a reconstruir una nación llevada a menos por la corrupción y el desorden gubernamental.