LA PATRIA | CHINCHINÁ
Los siete carretilleros que ruedan por las calles de Chinchiná no ven viable el proyecto de sustitución de sus carretillas, porque, según ellos, les están ofreciendo muy poca plata.
"El alcalde, Sergio López Arias, dijo que tenía para eso nueve millones de pesos, y después que 8 millones. Es muy poca plata”, argumentan.
El proyecto para sustituir los vehículos de tracción animal cuesta $63 millones, de los cuales se tienen $50 millones. “Lo pensado es implementar actividades productivas, caracterizarlos y conseguir una Fundación que acoja a estos animales”, dijo López Arias.
A Aldemar Valencia, de 76 años, le han propuesto varia veces que deje el oficio, pero se niega. “¿Y qué me pongo a hacer? Primero que me den la plata, y ahí miramos”.
El desmonte de los zorreros, como son conocidos, comenzó en el 2016 y hace parte del Programa de Gobierno de esta Administración.
Según quienes desempeñan este oficio, en un día ganan en promedio $20 mil, parte de este dinero se va en comprar herraduras, concentrado, vitaminas y pagar arriendo del potrero. “Poco nos contratan, nos desplazaron los taxis y las motos”, comentan.
La mayoría de estos carretilleros montan en caballos viejos, y las carretas lucen oxidadas. Algunos parquean detrás del Banco de Bogotá, en la vía hacia Pereira, otros lo hacen por los lados de la Estación del Ferrocarril.
Con este tire y afloje, la idea de remplazar las carretillas deberá esperar en Chinchiná.
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