Luisa Ortiz
LA PATRIA | Chinchiná
"Todo puede ser peor", expresó Sergio Aldana cuando llegaba al Taller y contaba que habían acabado de cortar otro pedazo de los tres árboles del Parque Ratón Miguelito en Chinchiná (Caldas).
En este lugar suele haber parejas de jovenes enamorándose y amigos tomando cerveza, pero el sábado había velas y personas en silencio. Era un plantón, al que llegaron familias, jóvenes y ancianos, en respuesta a la tala de una araucaria, un guayacán y una palma.
El jueves, las ramas de una araucaria cayeron sobre casas aledañas, sin causar lesionados ni mayores daños a las viviendas. Ese día la Administración la taló, y al siguiente, cortó las otras dos especies.
Esto generó desconcierto en la comunidad. "¿Por qué talaron los tres árboles si dos estaban bien?, ¿por qué no podaron la auraucaria, si antes presentamos denuncias en la Alcaldía, pues ya sabíamos que se iba a caer?", cuestionaron. Incluso, vecinos del Parque Ratón Miguelito indicaron que tenían un plan de evacuación en caso de la caída de la araucaria.
El abogado Jorge García interpuso un derecho de petición solicitando respuesta a esta y otras preguntas: "Si los árboles tenían hongos, como lo afirman, por qué no se buscó una medida distinta, cortarlos debería ser lo último en lo que se piense después de abordar distintas soluciones, pero esto no fue así, porque la decisión la tomaron de la noche a la mañana, sin evaluar bien el asunto".
El alcalde, Segio López, dijo a LA PATRIA que los árboles del parque llevaban por lo menos 20 años sembrados. "Ya habíamos revisado los otros dos árboles, el guayacán presentaba una enfermedad al interior del tallo. Según los agrónomos del municipio, el hecho de que se hubiera caído gran parte de la araucaria, significaba que las corrientes de aire iban a llegar más fuertes a los otros árboles, por lo tanto en dos o tres meses estarían también propensos a caer", concluyó.
Para el biólogo Alfredo Ramírez, quien participó del plantón y analizó el color de la madera de los dos árboles, no había presencia de hongos en el guayacán. También aseguró que el hongo del que hablan (rosellinia) crece en humedales y estos árboles se encontraban en un terreno seco.
Corpocaldas explicó que no le correspondía autorizar o no la tala de árboles en un espacio público municipal, porque esto es competencia de la Alcaldía. Que solo si lo solicitan emite un concepto, pero en este caso no se lo pidieron.
La Alcaldía plantó ayer tres acacias y una palma. "Estamos haciendo una intervención de paisajimo y jardinería en el sector", sostuvo el alcalde, Sergio López.
Foto | Cortesía Alcaldía de Chinchiná| LA PATRIA
Las ramas de esta araucaria se cayeron el jueves. El hecho provocó su tala y la de otros dos árboles.
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