
FERNANDO RODRÍGUEZ Y CARLOS HERNÁNDEZ
LA PATRIA | SALAMINA
Salamina tiene la fortuna de contar con dos conducciones de acueducto: El Uvito y Chagualito. En inviernos recientes, sin embargo, el municipio se ha visto a gatas para abastecerse de agua debido a las rupturas de tuberías que provocan los deslizamientos. Por eso se firmó un contrato desde el año pasado para hacer obras de mitigación, pero quedaron inconclusas.
La firma fue en octubre del 2011 por $831 millones y con un plazo de cuatro meses que se cumplieron en febrero. Sin embargo, desde enero el consorcio Golvace, encargado de la ejecución, le solicitó a la Gobernación una prórroga de dos meses, que se cumplió el mes pasado. Las razones para ello, según argumentaron fueron los efectos del invierno: las lluvias han provocado pérdida de banca en las carreteras, algo que a su vez ha dificultado y retrasado la entrega de material.
La Gobernación accedió, el tiempo se cumplió y las quejas se mantienen. Luis Arango, presidente de la Veeduría, dice que se hicieron obras que no estaban estipuladas, y otras quedaron inconclusas. De ahí que hayan elevado sus reclamos ante la Contraloría General de la República, pues el dinero invertido lo giró la Nación a través del Plan Departamental de Aguas (PDA). El ente de control ya les anunció que investiga el caso.
La alcaldesa de Salamina, Olga Constanza Duque, también está molesta: “Grande es la preocupación por la ejecución de las obras, ya que los recursos no fueron suficientes para la totalidad del contrato, quedando unos puntos sin intervención. Solicito la presencia del PDA para que haga el análisis y un diagnóstico. La comunidad manifiesta preocupación e inconformidad con el desarrollo de los trabajos”.
Se espera informe
El secretario de Vivienda de Caldas, Héctor Mario Osorio, explica que el contrato se firmó a la luz de la ola invernal del año pasado, luego de que la Nación autorizó los recursos. Hacen parte de un convenio de ese despacho con Empocaldas.
En la primera parte, agrega, el consorcio se dedicó a modificar los diseños de las obras, y luego, admite el funcionario, “con los recursos que había no se completaron ni todos los puntos que debían intervenir ni todas las obras de estabilización necesarias”.
Desde el miércoles pasado una comisión de su despacho se desplazó a Salamina para realizar lo que él denomina una remedición de las obras y verificar lo que se hizo y se dejó de hacer. Con base en ese informe es que se le pagará al contratista, pues informó el funcionario que aún no se ha desembolsado todo el dinero.
Al menos, los cálculos de la veeduría es que solo se hicieron intervenciones en dos puntos: finca Santa Inés y finca Villa Clara, pero faltaron en otros cinco, según estaba estipulado desde un comienzo: puente Pocito, bocatoma Chagualito, finca El Brevo, La Quiebra y El Castillo.
Caso reciente
No es el único caso de este tipo en Salamina. El pasado 17 de abril LA PATRIA denunció que los $1.335 millones que Colombia Humanitaria invirtió en la vía Salamina-Aranzazu se terminaron de ejecutar, pero las obras quedaron inconclusas y los sitios intervenidos siguen siendo vulnerables. La Gobernación explicó que el dinero se solicitó cuando había un problema, pero lo giraron en un momento en el que las dificultades habían aumentado y se requerían más trabajos. Sin embargo, no había más plata.
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