LA PATRIA | MANIZALES
El corregimiento de San Diego, en Samaná, fue el sitio elegido para la peregrinación en homenaje al sacerdote Daniel María López. Sus restos se encuentran en el templo, desde su muerte el 31 de julio del 1952.
En el oriente de Caldas, en especial Pensilvania y Samaná, el religioso dejó enseñanzas como la entrega al prójimo. Nació en el municipio de La Ceja (Antioquia) el 17 de enero de 1865 y sobre él han escrito monografías y ensayos, basados en testimonios de personas que lo conocieron y aseguran que hacía milagros.
Su beatificación está en proceso en el Vaticano y con motivo del aniversario 65 de su muerte, celebraron una eucaristía y sistematización de la tradición oral que se tejió sobre la vida del sacerdote.
La ceremonia la presidieron los sacerdotes Gildardo Ossa, de Norcasia; William Arango, de Marquetalia; Jairo de Jesús Cardona y José Armando Giraldo, del corregimiento de Arboleda; Luis Alfonso García, de San Daniel; Humberto Cortés, de Florencia y el anfitrión Rubén Darío Gallo.
También asistió el obispo Óscar Aníbal Salazar Gómez de la Diócesis de La Dorada- Guaduas.
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