LA PATRIA | MANIZALES
Como una forma de agruparse y estar constituidos para defenderse ante las autoridades y el gobierno fue creada ayer la Federación de pequeños mineros de Caldas y Risaralda. El evento oficial se realizó en el Teatro 8 de Junio de la Universidad de Caldas y asistieron cerca de 400 mineros de ambos departamentos.
Los asistentes se quejaron de la dura situación que viven los pequeños mineros. Los del occidente de Caldas, más que todo de Marmato, opinaron que cada vez el circulo para trabajar es más cerrado para ellos y tienen difícil acceso para conseguir pólvora y maderas, elementos necesarios para la explotación.
Otros, como los de Supía, coincidieron en que son perseguidos por las autoridades constantemente y les incautan los elementos para trabajar en los ríos. Afirmaron que la Ley apoya a las grandes mineras, pero que ellos, quienes hacen la artesanal son perseguidos y tratados como delincuentes.
A la par que se oficializó la creación de la Federación, se realizó un evento académico con varios invitados. LA PATRIA dialogó con Álvaro Pardo, quien labora en el Centro de estudios sobre minería, y el senador caldense Jorge Enrique Robledo, sobre el código, la locomotora y la situación de los pequeños mineros.
Desde la academia
Álvaro Pardo trabaja desde hace tres años en el Centro de estudios de minería y afirma que desde allí se tiene una posición critica a la locomotora minera que se pretende desarrollar en Colombia. Trabajó también con Ingeominas y el Ministerio.
La locomotora: Si uno mira la evolución de la legislación se encuentra que antes del 2001 primaba un concepto en el cual la minería era un soporte para la industrialización del país, para el desarrollo regional, diversificación de producción y generación de empleo. Después, el modelo minero cambió y se consignaron ideas del neoliberalismo que le entrega todo al sector privado con otro interés y priman otros factores.
Código minero: No basta solicitar una nueva reforma al código de minas, lo que se debe pensar es en un nuevo modelo minero que nos sirva a todos los colombianos y al país y no simplemente para las grandes compañías.
Grandes compañías: La minería genera conflictos sociales, ambientales, de orden público, institucionales, vemos que el Ministerio de Ambiente está enfrentado al Ministerio de Minas, conflictos étnicos, culturales y éticos. Este sector genera conflictos en un país en donde lo que menos necesitamos es un conflicto más.
Propuesta: el estado debe administrar los recursos y los colombianos se lo encargamos. Se debe determinar una nueva forma de explotar, un modelo integral en donde se mire el entorno minero cada vez que se va a empezar una explotación. Hay que pensar en una minería a largo plazo.
Caso Marmato: Me preocupa la presencia de la gran minería en este municipio, allí hay una empresa (Gran Colombia Gold) que tiene un reconocimiento de propiedad privada donde extraen el oro y nos pagan el 0,4 % de regalías cuando las demás explotaciones en el país pagan el 4 %, según la ley 141 del 1994. Se están favoreciendo y están buscando generar un proyecto grande a costa de sacar mineros pequeños que llevan muchos años allí. Deberían pensar en cómo los organizan y les dan trabajo.
La mirada crítica
Jorge Enrique Robledo, senador caldense del Polo Democrático, es un fuerte opositor de la locomotora minera y desde la comisión quinta del Senado que maneja los temas mineros, se ha opuesto a las grandes explotaciones que empresas multinacionales pretenden hacer en el país.
La locomotora: tengo una frase: minería sí, pero no así. El problema es que no se deben hacer daños ambientales descomunales. Se debe hacer sin maltratos laborales, pagando regalías, impuestos, sin corromper al Estado y considerando a los pequeños mineros. Así se debe hacer.
Código minero: Uno mira el código minero y no hay un capítulo de pequeña minería sino que a todo el mundo lo meten en el mismo saco, entonces es el colmo de los absurdos que yo pueda coger la gran minería con equipos que valen miles de millones de dólares y en el mismo saco meta a un campesino que es minero a ratos por la situación, y tratarlos a todos por igual. Eso no se le ocurre a nadie.
Grandes compañías: estos proyectos son unos absurdos por desproporcionados y tienen cosas que parecen mentira pero que son verdad, como tumbar todo Marmato, el proyecto de La Colosa o desviar el río Ranchería en la Guajira.
Pequeños mineros: allí se ha tomado una decisión que es perseguir como criminales a los pequeños mineros, esto a mí me parece fatal. Decir, que todo un sector de la economía es criminal eso no se le ocurre a nadie. Pero además establecen unos procedimientos judiciales que violan cualquier principio de los Derechos Humanos. Son procedimientos en los cuales el policía es investigador, fiscal, es juez y verdugo. Un equipo que le falte un papel el policía lo dinamita.
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