En en el barrio La Porteña están de pelea. Un grupo de habitantes acusa a Industrias Vatovi de ensuciar el aire que respiran, mientras que la empresa alega que los señalamientos son una persecución. Corpocaldas intervino en la situación y definió que sí había irregularidades de tipo ambiental, pero luego estas se resolvieron.
El asunto revela vacíos en el Plan Básico de Ordenamiento Territorial y, según los denunciantes, podría representar un conflicto de intereses, o al menos ético, para la actual secretaria de Planeación del municipio, quien ha tenido relaciones contractuales con el dueño de la empresa en cuestión y aún así le otorgó un uso de suelo (ver recuadro Relación previa).
Orlando Ramírez, vecino del sector y cuya vivienda colinda con las instalaciones de Vatovi, asegura: "Desde principios del 2012 he denunciado que nos están afectando. Primero fue el ruido que en las noches no dejaba dormir, pero eso lo resolvieron. Después vinieron los olores que son dañinos para nosotros, y todavía se sienten". Industrias Vatovi se ubica en el primer piso de una propiedad horizontal, dentro del edificio Azama. Los otros pisos son de uso residencial.
Enseguida de Azama está la casa de Ramírez. "Tuve que salir de mi apartamento porque es inhabitable. Mi hijo de tres años tiene problemas respiratorios y el médico dijo que en un ambiente así no se iba a mejorar", expresa Luz Aida Cuartas, dueña de un apartamento encima de la empresa. Vatovi es una microempresa que fabrica repuestos industriales y piezas mecánicas. Lleva 12 años en el sector y los primeros 10 ocupó un local en la vivienda de Ramírez. "Este conflicto tiene una naturaleza de tipo personal.
Orlando se empeñó en crear un conflicto porque nos fuimos de su local", advierte Francisco Javier Torres, representante legal de Vatovi. La empresa ha recibido al menos tres visitas de Corpocaldas para evaluar sus condiciones ambientales. En primera instancia la autoridad ambiental determinó que se debían resolver irregularidades concernientes a la emisión de ruido y materiales particulados. En junio de este año se hizo otra visita para determinar si se había cumplido con el plan de mejoramiento.
Torres enseña un documento emitido por Corpocaldas en julio, con base en la última revisión: "Los sistemas para controlar las emisiones de olores y material particulado en instalaciones de Industrias Vatovi logran la captura y dispersión de los mismos". A pesar de otorgar beneplácito a la empresa, en Corpocaldas se adelanta un proceso sancionatorio por el tiempo en que esta incumplió la normativa ambiental.
"Una vez se emita la sanción se cerrará el proceso porque ya se adecuaron a la norma", explica Fernando Ramírez, ingeniero de la entidad. Vacíos en el ordenamiento Una revisión al Plan Básico de Ordenamiento Territorial de Villamaría arroja que el uso del suelo puede ser de tipo mixto. Es decir, ciertas industrias pueden funcionar en sectores residenciales y viceversa. De esta manera se crea un conflicto, tal como lo reconoce Luz Mary Gutiérrez, secretaria de planeación del municipio: "Son usos que no son compatibles porque la comunidad no puede vivir con una industria al lado, y la industria no se solidariza con las residencias. Esa problemática tendremos que corregirla en un nuevo Plan Básico de ordenamiento".
Ante la solicitud de Orlando Ramírez y al menos cuatro vecinos más de sellar la empresa o solicitar que se traslade a otro sitio, Gutiérrez agrega: "Vatovi goza de un uso del suelo contemplado por el plan de ordenamiento, catalogado como mixto", por lo tanto no considera que deba aplicarse sellamiento. "Es un taller mecánico que a pesar de usar algunas máquinas de tipo industrial, no significa que sean de alto impacto", se defiende Torres. Relación previa El permiso de uso de suelo para Industrias Vatovi fue expedido por la secretaria de Planeación de Villamaría, Luz Mary Gutiérrez, el 26 de junio del 2012.
En un contrato de arrendamiento del 2002, Gutiérrez aparece como coarrendataria con Francisco Javier Torres, representante legal de Vatovi, del local donde inició la empresa. Frente al cuestionamiento de si acaso no debía declararse impedida para otorgar el uso de suelo en 2012, la funcionaria dice: "Nunca lo conocí a Francisco Javier. Hace 12 años no pensé que fuera a ser secretaria de Planeación. Yo era amiga de quien entregaba en arriendo el local y le serví de fiadora al señor Torres, inquilino, porque quien entregaba el local me pidió el favor". ¿Y usted le sirvió de fiadora a un desconocido? "Mi amigo me daba garantía de que no iba a pasar nada. En el documento no. Se me viene en contra por haber hecho un favor".
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