Murió esperando los restos de su hijo

Jorge Iván castaño
LA PATRIA | Manizales

José Ómar Patiño, de 80 años, murió en la noche del pasado lunes esperando que llegaran los restos de su hijo, Juan Agustín Patiño Jaramillo, un soldado profesional que estaba desaparecido desde hacía tres meses y fue hallado muerto en Tadó (Chocó).

La desaparición de su hijo y la preocupación de no saber si estaba  vivo o muerto afectaron su salud. LA PATRIA publicó el pasado 25 de septiembre que él y su familia, oriundos de Neira, recibieron una notificación oficial sobre al hallazgo de un cuerpo en el Chocó, pero por su alto grado de descomposición debían practicarse pruebas de ADN para verificar si se trataba de su hijo o no.

Los resultados que recibió la familia el pasado viernes terminaron con la incertidumbre, en ellos se confirmó que el cadáver era el de Juan Agustín. Cuando José Ómar conoció la noticia su salud se deterioró aun más y a los pocos días falleció. Su esposa, María Esneda, cuenta que sus últimas palabras fueron para recomendarle que hiciera lo posible por traer a su hijo y así los enterraran juntos.

Este último deseo no se pudo cumplir, pues hasta ahora los restos del soldado no han sido entregados. José Ómar será velado en la funeraria la Aurora, de Neira y sus exequias serán hoy a las 3:00 de la tarde.
Del matrimonio de José Ómar y María Esneda quedan seis hijos y 13 nietos quienes esperan los restos de su hermano y tío para darle cristiana sepultura.

Antecedente
Juan Agustín Patiño, de 35 años, era casado, tenía dos hijos y prestaba el servicio militar en el Batallón San Mateo de Pereira. Sin embargo, el 13 de septiembre desapareció mientras compraba unos víveres, solo le faltaban 4 años para jubilarse y era el menor de siete hermanos.

Cómo lo publicó LA PATRIA en septiembre en Tadó (Chocó) una persona vio un cuerpo flotando en el río y al comunicarle al sacerdote del pueblo lo sucedido, este avisó a las autoridades.