LA PATRIA | MANIZALES
Salomé Cardona Orozco, hija del alpinista manizaleño Nelson Cardona, reconocido por ser el primer latinoamericano en condición de discapacidad en alcanzar la cima más alta del mundo, es una de las mujeres héroes de la Patria. Su cima no es el Everest sino ser una de las pocas mujeres en Colombia al mando de un pelotón.
La historia de esta chica valiente comenzó en la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdoba, donde se hizo oficial del Ejército de Colombia, gracias a la motivación de su abuelo materno.
“Él era suboficial y yo lo admiraba”, cuenta esta joven de 22 años, la consentida de una familia llena de primos hombres que no quisieron ni siquiera prestar el servicio militar.
“Mi abuelo insistía en que alguno siguiera la carrera militar, solo yo lo hice”, cuenta.
“Compartí con él la mayor parte de mi niñez y me brindaba seguridad. Definitivamente él fue mi principal motivación para ser militar y ejercer la carreta de las armas”, comenta.
Al mando de puros hombres
Salomé vive en Bogotá. Trabaja las 24 horas del día los siete días de la semana en el Batallón de Policía Militar.
Durante sus cuatro años de formación como oficial del ejército estudió dos carreras: Profesional en Relaciones Internacionales y Estudios Políticos y Profesional en Ciencias Militares.
Pertenece a la tercera promoción de mujeres con mando de tropa en el ejército, luego de recibir la misma formación militar de los hombres. Está preparada para el combate en guerra y es comandante de pelotón.
Asegura que no es fácil, “el ejército aún no asimila que las mujeres estemos en las filas y tengamos el mando de un soldado”, cree.
Sin embargo, ser profesional, soldado de combate y paracaidista son lo que hacen valer su rango.
Según ella, el soldado colombiano viene de prestar servicio militar, los describe como personas muy humildes, que pasan por situaciones difíciles. Su labor es apoyarlos y brindarles la formación y ejemplo que ellos necesitan para ser verdaderos héroes.
Quiere ser general de la República
Más adelante, la hija del alpinista quiere alcanzar sus altos grados. “Mi meta es ser general de la República. Las mujeres del ejército tenemos el mando y el criterio. Las mujeres también podemos”, señala.
Estar parada frente a mil hombres y que todos le hagan caso no es tarea fácil, pero el calor humano de las personas que integran el ejército y su cariño y gratitud son lo que la mantienen satisfecha con su oficio.
Mi padre, el ejemplo que todos quisieran tener
Le gusta tener buen estado físico, por eso su pasatiempo es el deporte. “Soy hija de un deportista de alto rendimiento. Lo lógico es hacerlo sentir orgulloso”, dice. Y aunque su papá nunca pensó tener una hija soldado, ella es su inspiración para escalar cualquier proyecto por difícil que sea. Según él, ella está preparada para asumir grandes retos “como ese Everest, que acaba de asumir en representación de todos los Colombianos”, dice.
“Por mi estaría con mi papá todos los días en Suesca escalando y practicando alpinismo, pero apenas nos podemos ver cada mes”, narra Salomé.
Cuenta que cuando están juntos comen, disfrutan de una buena cena y una cerveza al lado de la chimenea y hablan de la vida.
“Mi padre es el ejemplo que cualquiera quisiera tener. Todos quieren conocerlo y me duele mucho que por mi trabajo no podamos compartir mucho”, dice, entre lágrimas, esta militar, que asegura que antes de morir tiene que llegar a donde llegó su papá: al Everest.
Un alpinista orgulloso de su soldado
“Mi hija es el nuevo prototipo de las mujeres líderes en Colombia. Demuestra que pueden ocupar altos cargos, que antes eran reservados para hombres. Es un honor para Caldas, Manizales y Colombia tener una guerrera como Salomé Cardona representándonos como oficial del glorioso ejército Colombiano. Para mí como padre me llena de orgullo patrio al verla con su constancia, perseverancia y disciplina.
Ha sacrificado lo mejor de su juventud para estar al servicio de la Patria, para representarnos con ética, idoneidad, profesionalismo y, por encima de todo, principios y valores, los cuales aportan para la construcción del país que queremos, necesitamos y merecemos”: Nelson Cardona.
Subir al Everest con su papá es una meta.
Los soldados a su mando la respetan, la admiran y la ven como una líder.
Salomé recibe soldados nuevos, les enseña desde lo básico como ponerse las botas hasta situaciones difíciles como usar las armas, prestar servicio y portar su uniforme.
Salomé es subteniente del ejército. Ejerce su mando como comandante de pelotón.
Cargar un fusil, un equipo de 30 kilos, correr, madrugar y marchar son parte de su rutina en el Ejército.
Salomé tiene novio. Es oficial del ejército y está próximo a ascender a capitán.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015