RICHARD AGUIRRE
LA PATRIA | MANIZALES
El encuentro se inició con un documental de Pirry sobre los daños que causa la minería en el ambiente y en las regiones que tienen esa actividad como vocación económica y una explicación de los daños que llevó la minería a Marmato (Caldas), a cargo de Francisco Rivera, fueron el punto de partida de la reunión entre los representantes del proyecto minero en la vereda Gallinazo de Villamaría y unos 60 vecinos de la zona.
Rivera, funcionario de la Clínica Jurídica de la Universidad de Caldas, recalcó: "es poco probable que la minería traiga beneficios ambientales y sociales". El encuentro se llevó a cabo el miércoles pasado en la escuela de la vereda.
"Hoy estamos tranquilos, pero esas montañas que ustedes ven ahí desaparecerán si continúa la minería en la zona", gritó Juan Fernando Correa, vecino de Gallinazo, señalando con su mano derecha lo que se veía a través de una ventana de la escuela. Así intentó retratar que lo que pasa en Marmato es posible que pase en la zona que habita. "No es precisamente una joya arquitectónica", resaltó, de nuevo Rivera.
Después de unos 35 minutos de diálogos, llegaron Orlando Londoño Grajales y Gabriel Sánchez Clavijo, dueños del proyecto, acompañados del representante jurídico, Jhon Cardona; además, asistió un hombre que se identificó como ingeniero del proyecto, y otro que se presentó como Mauricio. "Nuestra idea es explicarles en qué consiste el proyecto, cómo será la explotación y escucharlos a ustedes. Lo que buscamos es que conozcan la otra parte, para que tengan la idea de lo que se está haciendo", explicó Correa.
"Cualquier actividad que desarrolle el ser humano, llámese minería o construcción, genera un impacto", explicó el ingeniero del proyecto, mientras respondía a las críticas de los vecinos.
Los daños en los ríos, la flora, la fauna y las montañas, que según los vecinos son de arena, son la principal preocupación para la comunidad, pues creen que la minería provocaría derrumbes o deslizamientos. Frente a esto, el ingeniero del proyecto señaló que no se utilizarán químicos como cianuro o mercurio. "El tipo de minería es el mismo que en Marmato (socavones), pero el método es distinto, no habrá contaminación", explicó el ingeniero, resaltando que este proyecto está respaldado por la Ley 685 del 2011, mediante la cual se reglamentó el Código de Minas en el país, que tiene como objetivo fomentar la exploración técnica de los recursos mineros.
De acuerdo con la Agencia Nacional Minera, los mineros que soliciten autorización para explotación no podrán emplear maquinaria pesada para realizar sus tareas, pero el proceso de legalización los respalda para continuar con la explotación en el área, ya sea minería tradicional o artesanal.
A pesar de que el proyecto se adelanta de acuerdo con las normas, esto no calma ni minimiza la preocupación de la comunidad. "¿Quién o qué garantiza que el agua o el medio ambiente no se contaminarán?", fue la pregunta que hizo José Aranzazu, campesino de la región.
A su inquietud le salió al paso el apoderado jurídico del proyecto. "Nosotros garantizamos eso, no vamos a contaminar el agua, porque no vamos a usar ningún tipo de químico en la explotación", resaltó.
Aunque el proyecto de explotación minera en la zona está en proceso de legalización, los representantes de los mineros señalaron que esperan una decisión de la autoridad ambiental. Por ahora, la comunidad seguirá buscando alternativas para frenar el proyecto.
La única alternativa que se planteó al final de la reunión fue la de explotar en Gallinazo, pero beneficiar el oro en Marmato. Es decir, que el uso de químicos se haría en ese municipio. "Es una posibilidad que se podría implementar, pero hay que estudiarla con los propietarios del proyecto", señaló el representante de los mineros, Jhon Cardona. De acuerdo con Gabriel Sánchez Clavijo, socio y minero del proyecto, buscarán las medidas posibles para no arrasar con el medio ambiente. "Ahí no se tumbará un solo palo, nosotros compraremos la madera que necesitemos", indicó.
Frente a esto, la comunidad insistió en que lo único que quieren es que se reverse cualquier actividad minera en la zona, y creen que nadie les garantizará que no habrá efectos negativos. "Quizás muchos vivimos en la parte alta de la montaña y no sentiríamos el efecto, pero tenemos que pensar en toda la comunidad, nuestros vecinos y los recursos ambientales", reclamó Ana Lucía, representate de la Junta de Acción Comunal de Gallinazo.
Otra posible salida que ronda entre algunos dueños de predios en Gallinazo es la de reunir esfuerzos económicos para comprarles el terreno a los propietarios del proyecto y dejar en el olvido la explotación minera. "Cualquier salida sería razonable para frenar ese proyecto", dijo un dueño, que pidió reservar su nombre.
Frente a esto, Gabriel Sánchez Clavijo, socio del proyecto minero, le dijo a LA PATRIA: "No tenemos conocimiento de esa propuesta, pero reitero que no vamos a afectar a la comunidad. Una propuesta como esa la tendría que consultar con mis compañeros", agregó.
La comunidad cuestionó el proyecto durante la reunión.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015