Las familias y la natilla regresan a El Congal

Laura Barrios Q.

LA PATRIA | Manizales

47 sonrisas se dibujaron en los rostros de los más pequeños mientras destapaban regalos. Desde la mañana la natilla se revolvía en una olla grande y varias manos preparaban el almuerzo en el que compartirían los asistentes, entre los que estaban 11 de las 54 familias desplazadas que retornaron a El Congal.

El motivo: la Navidad regresó a la vereda de Samaná que por 15 años sufrió las consecuencias de la guerra.

La celebración, encabezada por la Fundación Apoyar y el Programa Desarrollo para la Paz del Magdalena Centro, se llevó a cabo el pasado 10 de diciembre y fue el cierre de las actividades que se realizaron durante este año para fortalecer y garantizar el retorno de quienes partieron desde el 2002 huyendo de la violencia.

Ni la lluvia ni el deslizamiento de tierra en la vía impidieron que todos pudieran reunirse en la escuela para preparar el sancocho y los frijoles con la novilla donada por Apoyar y los productos que se han cosechado este año como parte del proceso de retorno. Todo lo que se comió ese día era fruto de las tierras de El Congal.

Mientras unos cocinaban, otros jugaban en el partido del día: samaneños contra representantes del Programa y la Fundación. La victoria fue para los locales.

Entre palabras de agradecimiento, carcajadas, bingos y trovas; comida y anchetas;muñecas, balones, carritos y otros juguetes transcurrió la jornada en la que aproximadamente cien personas compartieron. John López, líder comunal, aprovechó para motivar a las familias a regresar con sus hijos y nietos, para que El Congal vuelva a ser un lugar con vida.

Para esta navidad, él y el resto de los habitantes de la vereda manifiestan sus deseos de paz y unidad para superar la tragedia y recuperar lo mejor de su pasado: un pueblo en el que en diciembre los vecinos se reunían a festejar, en el que en cada esquina familias y amigos se juntaban para conversar tranquilamente.

“Llevar la Navidad significa que no importan las adversidades ni lo que deshizo la guerra. Importa la unión de los samaneños para reconstruir sus vidas y juntos celebrar. La felicidad de los niños al destapar regalos, al jugar de nuevo por sus calles”, expresó Camila Hoyos, vinculada a la Fundación.

En la vereda manifiestaron estar felices por celebrar de nuevo la Navidad en su pueblo, en agradecimiento dieron a la Fundación Apoyar productos de sus huertas, un gallo, y una mención especial: los hicieron parte de su familia.