LA TRAMPA | MANIZALES
Como a todos los gobernantes, a Luis Carlos Velásquez, el millenial gobernador de Caldas le tocó inaugurarse con cambio de planes en su Gobierno, por cuenta de la pandemia por la covid-19.
La improvisación sobre la marcha fue tal, que su grupo de comunicaciones realmente brilló, cuando por todas las redes sociales se comunicó -dos veces- los decretos que no habían pasado por las manos del gobernador. Eso es estar muy atentos y tener preparados a los gobernados, el problemita es que con eso lo que llovió fue la especulación y los negociantes de los memes hicieron su agosto, pero en abril.
Fueron tan creativos en la Gobernación, más allá de las comunicaciones, que lograron lo que casi nadie: transformar en respiradores -una necesidad de lujo por este año- productos agropecuarios. O más o menos, resulta que estaba listo para contratarse con una empresa dedicada a la venta de insumos del agro la compra de nueve respirados artificiales por una bicoca: 528 millones de pesos. Esto se le suma a una entidad en donde la contratación directa es la preferencia, tal como la Lupa a la Contratación lo ha reiterado.
Como si fuera poco, en pleno momento crítico de la pandemia, la directora de la Territorial de Salud -alabada por su trabajo-, Jimena Aristizábal, se fue de allí para evitar firmar contratos como este; prefirió no meterse en camisa, o respirador, de once varas.
Al final, por las denuncias hechas, no se concretó la compra y se perdió una oportunidad de mostrar la innovación de una empresa que de atender productos ganaderos y para el campo, lograba ponernos a respirar mejor en medio de la pandemia. Sí dejó muy mal parada esta intentona contractual a una Administración que se había promocionado como de transparencia.
Y transparencia fue lo que miembros de la Asamblea de Caldas le reclamaron este año, al mandatario departamental por la creación de la Promotora para buscar intermediación y hacer nuevos negocios, a partir de Inficaldas. De acuerdo con algunas voces discordantes, se trató de un proceso opaco. Ya veremos si se trata de otra empresa de cargas al erario o realmente traerá nuevos recursos como se promete.
Lo que sí tiene con una carita más feliz que de costumbre al gobernador es que poco a poco sus ladrilleras avanzan en varios municipios y se han entregado casas, parece como en campaña con su ladrillo debajo del brazo, eso sí, siempre con la guía tutela de su patrocinador, Mauricio Lizcano, quien desde ya promociona al antioqueño ausente en el 2020 de Caldas, Juan Felipe Lemos, como si fuera de aquí, y con los voticos de la Gobernación hartos que le pondrán.
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