MARTHA LUCÍA GÓMEZ Y JULIÁN GARCÍA
LA PATRIA | CHINCHINÁ
Libaniel Cañas es de los pocos chinchinenses que se dio el lujo de tener muy cerca al papa Juan Pablo II hace 30 años. Manejó la camioneta Luv blanca 2300, adecuada como papamóvil para la ocasión.
Era el chofer de la Alcaldía, y se le encomendó la santa tarea de recoger al pontífice y trasladarlo al sitio donde oficiaría, el 5 de julio de 1986, una misa por los damnificados de la erupción del Volcán Nevado del Ruiz.
Antes de cumplir con este deber, Libaniel se debió someter a rigurosos exámenes físicos, psicológicos y disciplinarios en el Batallón Ayacucho de Manizales. Tenía en sus manos parte de la seguridad del enviado de Dios a la tierra y debía actuar con precaución. Ese día usó un vestido de saco y corbata, y guantes de seda, como se lo exigía el protocolo.
El papamóvil chinchinense no era lujoso ni seguro como el real. Las barandas eran tubos de pvc, tenía una escalerilla y no contaba con capota.
Me le arrodillé
Esta función, que se le había convertido a Libaniel en un sueño, por poco se le daña. Un coronel pidió conducir el automotor, pero el alcalde Eduardo González Montoya se negó y dejó en firme a Libaniel, quien rememoró momentos previos a la llegada del pontífice.
“Me le arrodillé y me dio la bendición. Eso fue muy bonito. Enseguida se subió a la camioneta y arranqué con el recorrido que duró unos cinco minutos, desde finca La Libia, donde aterrizó el helicóptero, hasta la cancha de la fábrica Café Liofilizado, donde se hizo la ceremonia. Fueron unas dos cuadras”.
Como había mucha gente, a los escoltas les tocó abrirse paso entre la multitud, rodeando la camioneta. “El papa saludaba y la gente se le arrimaba”.
Cuando se terminaron los actos protocolarios se hizo el mismo recorrido en el particular papamóvil. Este carro fue destinado luego a la Alcaldía de Chinchiná. Libaniel estuvo ocho años conduciéndolo, hasta que se fue a vivir a Dosquebradas (Risaralda). El carro lo vendieron y no se volvió a saber nada de el.
“El papa me cambió la vida. Cuando tengo una dificultad me encomiendo a San Juan Pablo II, todos los miércoles le rezo”, comenta Libaniel.
La logística
El exalcalde de Chinchiná Eduardo González, que ahora es notario en Bogotá, comenta que el papa, hoy San Juan Pablo II, llegó siete meses después de la avalancha del Ruiz. Chinchiná no estaba en la agenda diseñada por la Presidencia de la República, pero atendiendo el interés que el sumo pontífice tenía de estar con damnificados, se buscó un sitio seguro porque el Volcán seguía activo, y se definió que fuera en este municipio.
“Estábamos a escasos dos meses de su llegada y las actividades se tuvieron que hacer contrarreloj. El presidente Belisario Betancur visitó cuatro veces a Chinchiná para asegurarse de que el sitio sí reunía las condiciones, y con el arzobispo José de Jesús Pimiento tuvimos reuniones anteriores cada 15 días”, recuerda González.
Entre las anécdotas destaca que la vigilancia la hicieron soldados ubicados entre árboles de café, pero debido a su altura tuvieron que conseguir unas bancas para que alcanzaran el copo de los palos y desde allí tener visibilidad. O que gracias a las gestiones del Club de Jardinería de Manizales, con la aerolínea Aces, pudieron trasladar desde Bogotá los arreglos florales usados el día anterior en el estadio el Campín con la leyenda Totus tuus (todo tuyo) para adornar la plataforma donde estuvo el sumo pontífice oficiando una misa y dando el saludo.
“También llevaron la imagen de la Virgen de Fátima con los pastorcitos desde el Santuario en Manizales, en honor a la devoción de su santidad”
De la logística, indica que incluyó tener un helipuerto cercano (en una cancha de fútbol) y una especie de baño, todo esto en caso de presentarse un imprevisto. San Juan Pablo II llegó a las 11:00 a.m. en helicóptero desde Pereira, la gente tenía boletería numerada para entrar, todos lo hicieron en orden. El recibimiento estuvo a cargo del entonces gobernador de Caldas Jaime Hoyos Arango, el alcalde de Manizales Kevin Ángel Mejía, y él. “Tuve la fortuna de tener la bendición papal, con mi señora y mi hijo Lukas, que luego apareció en una foto diciendo que era un niño damnificado”.
Este exalcalde todavía siente emoción cuando describe ese momento. “Es una sensación muy especial, bendijo la ciudad y le entregué una hojita de café con un granito al final, con un pequeño baño de oro, fue el obsequio que le dio la ciudad. Irradiaba bondad, tenía una mirada muy tierna y suave”.
Gente que estuvo en dicho acto, poco recuerda de lo que dijo el papa. En una cancha de fútbol se ubicó la gran mayoría de personas, y en un costado de la fábrica estuvieron unos 250 invitados especiales que pudieron verlo más cerca.
* La familia de María Ofelia García reside en el barrio 13 de Noviembre, urbanización construida tras la avalancha del Nevado del Ruiz. Ella dice que fue de las primeras en llegar a recibir al papa. Madrugaron a las 4:00 a.m. para hacer una larga fila e ingresar al sitio. Se vistieron con ropa regalada, ya que la propia la habían perdido en la avalancha.
A su mente llegan las imágenes del papa vestido todo de blanco. “Habló de ayudar a los damnificados. Sentí mucha alegría cuando lo vi”.
* Cuando Nohemí Ruiz tiene una dificultad económica o problemas de salud, se encomienda a San Juan Pablo II. Es tanta la devoción, que en su casa, en la Ciudadela del Valle de Chinchiná, guarda la medalla del santo e imágenes de su paso por estas tierras cafeteras. Su hija Marta Cecilia López, que vive en Dosquebradas (Risaralda), estuvo entre el coro que cantó en la ceremonia. “Estuvo muy cerca de tocarlo, pero los escoltas no se lo permitieron”.
La Arquidiócesis de Manizales, la Alcaldía de Chinchiná y la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia a través de Buencafé Liofilizado conmemoran hoy los 30 años de la visita de su Santidad San Juan Pablo II a Chinchiná. Buscan evocar el recorrido que realizó el papa Karol Wojtyla en su visita a Colombia, que se inició el 1 de julio de 1986 en Lérida (Tolima), donde declaró campo santo al desaparecido municipio de Armero. Buencafé presentará una edición limitada de café, con etiqueta diseñada para esta celebración.
La programación es la siguiente:
12:30 m. Entrega de Placa conmemorativa, instalada en Buencafé, en el sitio donde se ubicó el templete.
3:00 p.m. Inauguración de la Avenida Uriel Gutiérrez, frente a la fábrica, que se llamará San Juan Pablo II.
3:30 p.m. Descubrimiento del busto de San Juan Pablo II que estará ubicado en el separador de la avenida. Fue elaborado por la artista Alba Lucía Solorza Fernández.
3:45 p.m. Desfile conmemorativo por las calles de Chinchiná. Saldrá de Buencafé e irá hasta el parque principal.
4:30 p.m. Santa Misa en el parque principal.
5:30 p.m. Concierto de la Orquesta Sinfónica de Caldas.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015