Julián García
LA PATRIA | Chinchiná
El agua del alcantarillado corría por la única calle de acceso al caserío semiurbano El Viacrucis, de Chinchiná. La habitante Ludibia Salazar cuenta que no aguantaba los malos olores y los mosquitos: “La calle pavimentada se volvió lamosa y en una ocasión me caí. Las casas de la parte baja del Viacrucis, recibían toda la fetidez”.
Los operarios de Planeación Municipal encontraron que la recámara colectora de aguas servidas estaba tapada con escombros y basura. Con la ayuda de la comunidad del Viacrucis procedieron a retirar los sedimentos y a destapar las cunetas. El agua negra dejó de brotar por la calle.
Los funcionarios de Planeación recomendaron mantener limpios los canales e imbornales y no tirarles basura, ni tampoco en las calles, porque estas terminan en las recámaras, cunetas y en los propios imbornales.
El acueducto del Viacrucis es comunitario. El asentamiento está ubicado en la parte alta del barrio Juan XXIII.
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