Fotos | Julián García | LA PATRIA
Indígenas de 15 comunidades de Caldas se unieron a la minga nacional para exigir territorio y respeto de los Derechos Humanos.
Julián García
LA PATRIA | Irra (Risaralda)
La minga indígena es colorida. En las marchas para exigir sus derechos el maquillaje se derrite y baja por los rostros en el calor del corregimiento de Irra (Risaralda). En la mañana de ayer caminaron desde la vereda Agua Salada para unirse a la concentración en Irra, cerca de la vía Manizales-Medellín.
Al mediodía decidieron bloquear el paso de vehículos, con lo que generaron una nueva congestión en este eje vial. Hay que recordar que el lunes pasado también estuvo interrumpido el tránsito, mientras se sacaba una tractomula accidentada y en la cual perdieron la vida el conductor y un policía.
Se calcula que mil miembros de 15 comunidades de Filadelfia, Supía, Anserma, Riosucio, Belalcázar, entre otros municipios de Caldas, se unieron a la minga nacional para exigir derecho al territorio, paz, salud y autonomía.
En una cancha de fútbol cercana instalaron carpas plásticas sobre el barro y montaron cocinas y dormitorios.
Mientras los unos descansan recostado sobre costales, los otros prestan guardia y los líderes sostienen reuniones en medio del barro.
Los niños y los adultos llevan garrotes gruesos y puntudos, fabricados de palos de café. Por un micrófono, invitan a unirse a la manifestación.
La comunidad de El Palmar, en Filadelfia, pide tierras y casas. 17 familias del asentamiento, también perteneciente los Embera Chamí, viven en cambuches. En la actualidad les adelantan un desalojo por una deuda. “Nos vendieron una hectárea en $17 millones, debemos $4 millones. No tenemos dinero con que pagar el préstamo, pedimos que nos ayuden", dice el líder Henry Flórez.
Sin reconocimiento
Las mujeres del asentamiento Dochijoma llegaron con el traje de danza, compuesto por faldas zapotes adornadas con solapas verdes y se colgaron collares. Cuando un extraño se acerca prefieren hablar en embera.
El gobernador Daniel Chicamá porta un garrote con cintas verdes, amarillas y blancas. La etnia, asentada en Anserma, hace parte del grupo que no ha sido reconocido como indígena. “No tenemos tierra donde cultivar, vivimos en el casco urbano. La gente se dedica a la mendicidad, o a otros trabajos. Aguantamos hambre y no tenemos que comer.”
El presidente de Comité Regional Indígena de Caldas (Cridec) Araujo Gañán, exdiputado, reunió a los delegados y les explicó: “Las políticas del Estado afectan la integridad de la comunidad. Exigimos que nos reconozcan como resguardos, que desmonten el TLC, que le den una solución negociada al conflicto armado, que nos den tierras.”
La médica tradicional Marta Guapacha, del Resguardo Escopetera y Pirza, comentó: “Me preocupa lo de la salud, se perdieron los conocimientos ancestrales. Pedimos que se dé una cobertura diferente, que los pueblos indígenas manejen sus propios recursos.”
Sobre una mesa tienen frascos con tinturas de albahaca, entre otras hiervas medicinales. Así avanza esta colorida manifestación que tiene esta vez como protagonistas a los indígenas en espera de respuestas del Gobierno Nacional.
Los puntos de la minga
1.
Por el territorio
Exigen el saneamiento, la ampliación y la legalización de los territorios indígenas y el apoyo a los procesos de soberanía alimentaria.
2.
La situación minero-energética del país.
Rechazan los megaproyectos que consideran afectan sus territorios y ponen en venta su patrimonio natural.
3.
La autonomía política y administrativa de los pueblos indígenas
Piden respeto respeto por sus gobiernos propios, sus formas de control social con la guardia indígena, prácticas culturales, implementación de sistema de salud propio e intercultural, entre otras.
4.
Los tratados de Libre Comercio (TLC) y la política agraria de este gobierno
Están en contra de los TLC, leyes como la 0779, ley de semillas, entre otras, que aseguran destruye la economía nacional y genera la quiebra de los pequeños y medianos productores.
5. La paz, Derechos Humanos y conflicto armado.
Reiteran su compromiso con la paz negociada que detenga el desangre de los colombianos y que abra caminos para la reparación integral de las víctimas del conflicto.
En voces
Bertulfo Sucre, de Totumal (Belalcázar)
Estamos sin territorio, vivienda, salud, escuela, que nos presten atención.
Mary Flórez, Dochijoma (Anserma)
Que nos den tierras, nos tienen abandonados y pidiendo limosna.
Margarita Guasarabe, del Palmar (Filadelfia)
Que nos solucionen el problema de tierras y la deuda que tenemos.
Gilberto Chica, de Cañamomo y Lomaprieta (Supía y Riosucio)
Que presten atención en salud, tierras y en general a todos los indígenas.
Lo que dice Santos*
El presidente estuvo el fin de semana en Santa Marta donde dijo lo siguiente sobre la situación de los indígenas:
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"Es importante lograr la paz y la reconciliación en el país para avanzar en el reconocimiento de los derechos de las comunidades ancestrales".
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“Mucha gente piensa que en muchas zonas del país donde están ustedes la influencia de la guerrilla es muy grande y por eso inmediatamente se genera un prejuicio si nosotros les damos más autonomía”, señaló.
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"Por eso el apoyo de ustedes, de todas las comunidades indígenas, para lograr también esa reconciliación y esa paz es tan importante, porque creo que ahí todos nos vamos a poder beneficiar".
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“Quiero hacer todo lo que esté a mi alcance para que ese propósito de fortalecer todas las comunidades indígenas se pueda realizar prontamente”.
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“De verdad no quiero compararme con gobiernos anteriores, pero creo que ninguno ha estado tan dispuesto al diálogo”.
*Con información de Colprensa.
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